Versículos bíblicos sobre Título

ENTONCES Ben-adad rey de Siria juntó á todo su ejército, y con él treinta y dos reyes, con caballos y carros: y subió, y puso cerco á Samaria, y combatióla.

Y la ciudad era espaciosa y grande, pero poco pueblo dentro de ella, y no había casas reedificadas.

Habiendo ellos salido de la ciudad, de la que aun no se habían alejado, dijo José á su mayordomo: Levántate, y sigue á esos hombres; y cuando los alcanzares, diles: ¿Por qué habéis vuelto mal por bien?

Y vinieron, y dieron voces á los guardas de la puerta de la ciudad, y declaráronles, diciendo: Nosotros fuimos al campo de los Siros, y he aquí que no había allí hombre, ni voz de hombre, sino caballos atados, asnos también atados, y el campo como se estaba.

Mi lengua se pegue á mi paladar, si de ti no me acordare; si no ensalzare á Jerusalem como preferente asunto de mi alegría.

Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, é hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, hízolo de noche.

Y acercóse Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?

Y el que se acogiere á alguna de aquellas ciudades, presentaráse á la puerta de la ciudad, y dirá sus causas, oyéndolo los ancianos de aquella ciudad: y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad, y le darán lugar que habite con ellos.

Según la palabra de Jehová, le dieron la ciudad que él pidió, Timnath-sera, en el monte de Ephraim; y él reedificó la ciudad, y habitó en ella.

Y estuvo la ciudad cercada hasta el undécimo año del rey Sedecías.

¿Dónde está el rey de Amath, y el rey de Arphad, el rey de la ciudad de Sepharvaim, de Henah, y de Hivah?

Saliendo entonces de Gabaa los hijos de Benjamín, derribaron en tierra aquel día veintidós mil hombres de los hijos de Israel.

Y cuando subían por la cuesta de la ciudad, hallaron unas mozas que salían por agua, á las cuales dijeron: ¿Está en este lugar el vidente?

Y subió la hija de Faraón de la ciudad de David á su casa que Salomón le había edificado: entonces edificó él á Millo.

OYENDO esto Jabín rey de Hasor, envió mensaje á Jobab rey de Madón, y al rey de Simrom, y al rey de Achsaph,

Levantaos, y subamos de noche, y destruyamos sus palacios.

Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado.

Y David moró en la fortaleza, y púsole por nombre la Ciudad de David: y edificó alrededor, desde Millo para adentro.

Y Mejarcón, y Raccón, con el término que está delante de Joppa.

Y estando ya junto á Jebus, el día había declinado mucho: y dijo el criado á su señor: Ven ahora, y vámonos á esta ciudad de los Jebuseos, para que tengamos en ella la noche.

Avergüénzate, Sidón, porque la mar, la fortaleza de la mar habló, diciendo: Nunca estuve de parto, ni parí, ni crié mancebos, ni levanté vírgenes.

Y subía aquel varón todos los años de su ciudad, á adorar y sacrificar á Jehová de los ejércitos en Silo, donde estaban dos hijos de Eli, Ophni y Phinees, sacerdotes de Jehová.

Después envió el rey, é hizo venir á Semei, y díjole: Edifícate una casa en Jerusalem, y mora ahí, y no salgas de allá á una parte ni á otra;

Y después que acabaron ellos de hacer el holocausto, Jehú dijo á los de su guardia y á los capitanes: Entrad, y matadlos; que no escape ninguno. Y los hirieron á cuchillo: y dejáronlos tendidos los de la guardia y los capitanes, y fueron hasta la ciudad del templo de Baal.

Y los hijos de Ammón, viendo que los Siros habían huído, huyeron también ellos delante de Abisai su hermano, y entráronse en la ciudad. Entonces Joab se volvió á Jerusalem.

Pero dijo el rey á Sadoc: Vuelve el arca de Dios á la ciudad; que si yo hallare gracia en los ojos de Jehová, él me volverá, y me hará ver á ella y á su tabernáculo:

Y desde Hesbón hasta Ramathmispe, y Betonim; y desde Mahanaim hasta el término de Debir:

Los hijos de Gabaón, noventa y cinco;

Y visteis las roturas de la ciudad de David, que se multiplicaron; y recogisteis las aguas de la pesquera de abajo.

Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y fuése, pues tenía á su disposición todos los bienes de su señor: y puesto en camino, llegó á Mesopotamia, á la ciudad de Nachôr.

E hiciéronlo así, y sacáronle de la cueva aquellos cinco reyes: al rey de Jerusalem, al rey de Hebrón, al rey de Jerimoth, al rey de Lachîs, al rey de Eglón.

Ahora pues dad orden que cesen aquellos hombres, y no sea esa ciudad edificada, hasta que por mí sea dado mandamiento.

Y Josué quemó á Hai y redújola á un montón perpetuo, asolado hasta hoy.

Pasaron el vado; alojaron en Geba: Ramá tembló; Gabaa de Saúl huyó.

Pasando pues, caminaron, y púsoseles el sol junto á Gabaa, que era de Benjamín.

Después vino Salomón á Amath de Soba, y la tomó.

Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar á mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor de los veinte.

Porque así dijo Jehová de los ejércitos: Cortad árboles, y extended baluarte junto á Jerusalem: esta es la ciudad que toda ella ha de ser visitada; violencia hay en medio de ella.

Ahora pues dad orden que cesen aquellos hombres, y no sea esa ciudad edificada, hasta que por mí sea dado mandamiento.

Y cuando estaban gozosos, he aquí, que los hombres de aquella ciudad, hombres hijos de Belial, cercan la casa, y batían las puertas, diciendo al hombre viejo dueño de la casa: Saca fuera el hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos.