Versículos bíblicos sobre Liberación

Rompamos sus coyundas, y echemos de nosotros sus cuerdas.

Y llevaron cautivas los hijos de Israel las mujeres de los Madianitas, y sus chiquitos y todas sus bestias, y todos sus ganados; y arrebataron toda su hacienda.

Así dijo Jehová: En hora de contentamiento te oí, y en el día de salud te ayudé: y guardarte he, y te daré por alianza del pueblo, para que levantes la tierra, para que heredes asoladas heredades;

Y díjoles Elías: Prended á los profetas de Baal, que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y llevólos Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló.

Vuélveme el gozo de tu salud; y el espíritu libre me sustente.

Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo: la gloria del Líbano le será dada, la hermosura de Carmel y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro.

Porque sació al alma menesterosa, y llenó de bien al alma hambrienta.

Porque yo Jehová soy tu Dios, que te ase de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudé.

Y entregaron los dioses de ellos al fuego: porque no eran dioses, sino obra de manos de hombre, leño y piedra: por eso los deshicieron.

Porque Jehová oye á los menesterosos, y no menosprecia á sus prisioneros.

El hipócrita con la boca daña á su prójimo: mas los justos son librados con la sabiduría.

Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor de mí: y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo: cantaré y salmearé á Jehová.

Entonces el ángel de Jehová le dió voces del cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.

Empero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra saludes en medio de la tierra.

Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas: porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, aquella alma será cortada de Israel.

Y clamaron los hijos de Israel á Jehová; y Jehová les suscitó salvador, á Aod, hijo de Gera, Benjamita, el cual tenía cerrada la mano derecha. Y los hijos de Israel enviaron con él un presente á Eglón rey de Moab.

El Señor á tu diestra herirá á los reyes en el día de su furor.

Y de las ciudades que daréis á los Levitas, seis ciudades serán de acogimiento, las cuales daréis para que el homicida se acoja allá: y además de éstas daréis cuarenta y dos ciudades.

Y levantará Jehová de los ejércitos azote contra él, cual la matanza de Madián en la peña de Oreb: y alzará su vara sobre la mar, según hizo por la vía de Egipto.

Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, ni de él escondió su rostro; sino que cuando clamó á él, oyóle.

Y Jehová respondió: Judá subirá; he aquí que yo he entregado la tierra en sus manos.

Remítese á Jehová, líbrelo; sálvele, puesto que en él se complacía.

Yo asolaré también la tierra, y se pasmarán de ella vuestros enemigos que en ella moran:

Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, como los arroyos en el austro.

Y acontecerá en aquel día, que herirá Jehová desde el álveo del río hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis reunidos uno á uno.

E hirieron aquel día á los Filisteos desde Michmas hasta Ajalón: mas el pueblo se cansó mucho.

Saúl envió luego mensajeros á casa de David para que lo guardasen, y lo matasen á la mañana. Mas Michâl su mujer lo descubrió á David, diciendo: Si no salvares tu vida esta noche, mañana serás muerto.

El bramido del león, y la voz del león, y los dientes de los leoncillos son quebrantados.

Libróme de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían, aunque eran ellos más fuertes que yo.

Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas tres días por toda la tierra de Egipto.

Y Josué deshizo á Amalec y á su pueblo á filo de espada.

El Señor dijo: De Basán haré volver, te haré volver de los profundos de la mar:

Alaben la misericordia de Jehová, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

Y decíanles los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos á las ollas de las carnes, cuando comíamos pan en hartura; pues nos habéis sacado á este desierto, para matar de hambre á toda esta multitud.

En lugar de vuestra doble confusión, y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doblado, y tendrán perpetuo gozo.

Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos es venido.

Cercáronme y asediáronme: en nombre de Jehová, que yo los romperé.

Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según que Moisés había mandado, y no se pudrió, ni hubo en él gusano.

Y como Rubén oyó esto, librólo de sus manos, y dijo: No lo matemos.

¿El que los condujo por los abismos, como un caballo por el desierto, sin que tropezaran?