Versículos bíblicos sobre Deseo
Versículos bíblicos sobre el Deseo
Profundizar en las escrituras sobre el deseo revela una verdad profunda: nuestros anhelos no son inherentemente malvados, sino fuerzas poderosas que pueden atraernos más cerca de Dios o llevarnos por caminos equivocados. Entender las perspectivas bíblicas sobre el deseo nos ayuda a discernir el origen de nuestros anhelos y alinearnos con la voluntad de Dios. ¿Estamos deseando posesiones terrenales o una relación más profunda con lo Divino? A través de la escritura, obtenemos sabiduría para cultivar deseos santos – una sed de justicia, un anhelo de verdad y un deseo de reflejar el amor de Cristo en nuestras vidas. Que estos versículos te guíen hacia deseos que honren a Dios y cumplan el verdadero propósito de tu alma.
Versículos más útiles
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Les dirás asimismo: Así ha dicho Jehová: ¿El que cae, no se levanta? ¿el que se desvía, no torna á camino?
Y dijo Balac á Balaam: Ruégote que vengas, te llevaré á otro lugar; por ventura parecerá bien á Dios que desde allí me lo maldigas.
Aun los hijos de tu orfandad dirán á tus oídos: Angosto es para mí este lugar; apártate por amor de mí, para que yo more.
Scripture Passages
El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar.
Y FUÉ Samsón á Gaza, y vió allí una mujer ramera, y entró á ella.
Hombre necesitado será el que ama el deleite: y el que ama el vino y ungüentos no enriquecerá.
No será así: id ahora vosotros los varones, y servid á Jehová: pues esto es lo que vosotros demandasteis. Y echáronlos de delante de Faraón.
Y acaeció que levantándose David de su cama á la hora de la tarde, paseábase por el terrado de la casa real, cuando vió desde el terrado una mujer que se estaba lavando, la cual era muy hermosa.
Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete á tu tierra y á tu parentela, y yo te haré bien;
Y REPOSÓ Israel en Sittim, y el pueblo empezó á fornicar con las hijas de Moab:
Y LOS hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una muy grande muchedumbre de ganado; los cuales viendo la tierra de Jazer y de Galaad, parecióles el país lugar de ganado.
Para librarte de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras;
Defiende tus pies de andar descalzos, y tu garganta de la sed. Mas dijiste: Hase perdido la esperanza; en ninguna manera: porque extraños he amado, y tras ellos tengo de ir.
Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los mancebos: bajo la sombra del deseado me senté, y su fruto fué dulce á mi paladar.
Entonces él dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu anillo, y tu manto, y tu bordón que tienes en tu mano. Y él se los dió, y entró á ella, la cual concibió de él.
Y pusiéronle delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.
El deseo de los justos es solamente bien: mas la esperanza de los impíos es enojo.
Pidieron, é hizo venir codornices; y saciólos de pan del cielo.
NO tengas envidia de los hombres malos, ni desees estar con ellos:
Yo ni aprendí sabiduría, ni conozco la ciencia del Santo.
Hombre necesitado será el que ama el deleite: y el que ama el vino y ungüentos no enriquecerá.
Tus ojos mirarán las extrañas, y tu corazón hablará perversidades.
Y el vulgo que había en medio tuvo un vivo deseo, y volvieron, y aun lloraron los hijos de Israel, y dijeron: ¡Quién nos diera á comer carne!
Y dijo Abner á David: Yo me levantaré é iré, y juntaré á mi señor el rey á todo Israel, para que hagan contigo alianza, y tú reines como deseas. David despidió luego á Abner, y él se fué en paz.
Y respondió Rachêl y Lea, y dijéronle: ¿Tenemos ya parte ni heredad en la casa de nuestro padre?
Viva Rubén, y no muera; y sean sus varones en número.
ASÍ dijo Jehová: Guardad derecho, y haced justicia: porque cercana está mi salud para venir, y mi justicia para manifestarse.
No te echarás con varón como con mujer: es abominación.
NO tengas envidia de los hombres malos, ni desees estar con ellos:
Por tanto, rey, desciende ahora presto, según todo el deseo de tu alma, y nosotros lo entregaremos en la mano del rey.
Viva mi alma y alábete; y tus juicios me ayuden.
Buscad á Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
Y díjoles Gedeón: Deseo haceros una petición, que cada uno me dé los zarcillos de su despojo. (Porque traían zarcillos de oro, que eran Ismaelitas.)
No así mi casa para con Dios: sin embargo él ha hecho conmigo pacto perpetuo, ordenado en todas las cosas, y será guardado; bien que toda esta mi salud, y todo mi deseo no lo haga él florecer todavía.
Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como simiente de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.
¿Qué es tu amado más que otro amado, oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿qué es tu amado más que otro amado, que así nos conjuras?
Y FUÉ Samsón á Gaza, y vió allí una mujer ramera, y entró á ella.
Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias, que juraste á David por tu verdad?
Y dijo Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey.
¿Y quién ha plantado viña, y no ha hecho común uso de ella? Vaya, y vuélvase á su casa, porque quizá no muera en la batalla, y otro alguno la goce.
¿Quién me llevará á la ciudad fortalecida? ¿quién me llevará hasta Idumea?
Alégranse luego porque se reposaron; y él los guía al puerto que deseaban.
Y dijo Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey.
Explorar las perspectivas bíblicas sobre el deseo revela su naturaleza multifacética, destacando tanto su potencial para el bien como su susceptibilidad a la corrupción. Los versículos examinados subrayan la importancia de alinear nuestros deseos con la voluntad de Dios, buscándolo como la fuente última de cumplimiento. Advierten contra la lujuria y la codicia descontroladas, que llevan al descontento y al pecado, mientras que simultáneamente fomentan un ferviente anhelo de justicia, sabiduría y crecimiento espiritual. En última instancia, estos pasajes invitan a la introspección sobre las fuerzas impulsoras detrás de nuestras acciones. Al examinar y refinar continuamente nuestros deseos a través de la oración, la escritura y la vida fiel, podemos cultivar un corazón que refleje el amor y los propósitos de Dios, llevando a una vida de paz genuina, gozo y propósito. Que estos versículos sirvan como brújula, guiándonos hacia deseos que honren a Dios y beneficien a nosotros mismos y a los demás.