Versículos bíblicos sobre Destrucción

Y aconteció que como la hubieron pasado, la mano de Jehová fué contra la ciudad con grande quebrantamiento; é hirió los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande, que se llenaron de hemorroides.

Allegar tesoros con lengua de mentira, es vanidad desatentada de aquellos que buscan la muerte.

Por esto dije: Dejadme, lloraré amargamente; no os afanéis por consolarme de la destrucción de la hija de mi pueblo.

Para librarte del mal camino, de los hombres que hablan perversidades;

Visto de oscuridad los cielos, y torno como saco su cobertura.

Y comieron toda la hierba de su país, y devoraron el fruto de su tierra.

CARGA del desierto de la mar. Como los torbellinos que pasan por el desierto en la región del mediodía, así vienen de la tierra horrenda.

Espinas y lazos hay en el camino del perverso: el que guarda su alma se alejará de ellos.

Y corriendo de la batalla un hombre de Benjamín, vino aquel día á Silo, rotos sus vestidos y tierra sobre su cabeza:

Ciertamente, oh Jehová, los reyes de Asiria destruyeron todas las tierras y sus comarcas,

Sin mí se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto ha cesado su furor, antes todavía extendida su mano.

Porque no duermen ellos, si no hicieren mal; y pierden su sueño, si no han hecho caer.

Y Moisés extendió su mano sobre la mar, y la mar se volvió en su fuerza cuando amanecía; y los Egipcios iban hacia ella: y Jehová derribó á los Egipcios en medio de la mar.

Miré, y no parecía hombre, y todas las aves del cielo se habían ido.

Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, pueblo mucho en gran manera, como la arena que está á la orilla del mar, con gran muchedumbre de caballos y carros.

Y las bestias monteses se encontrarán con los gatos cervales, y el peludo gritará á su compañero: la lamia también tendrá allí asiento, y hallará para sí reposo.

Como es lanzado el humo, los lanzarás: como se derrite la cera delante del fuego, así perecerán los impíos delante de Dios.

Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os aparteréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal en ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos.

Jehová mata, y él da vida: él hace descender al sepulcro, y hace subir.

Y acaeció que tus hermosos valles fueron llenos de carros, y los de á caballo acamparon á la puerta.

Por lo cual trajo contra ellos al rey de los Caldeos, que mató á cuchillo sus mancebos en la casa de su santuario, sin perdonar joven, ni doncella, ni viejo, ni decrépito; todos los entregó en sus manos.

Verélo, mas no ahora: lo miraré, mas no de cerca: saldrá ESTRELLA de Jacob, y levantaráse cetro de Israel, y herirá los cantones de Moab, y destruirá á todos los hijos de Seth.

Porque en los cielos se embriagará mi espada: he aquí que descenderá sobre Edom en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema.

Y aquel segundo día, saliendo Benjamín de Gabaa contra ellos, derribaron por tierra otros diez y ocho mil hombres de los hijos de Israel, todos los cuales sacaban espada.

Y los hombres de Israel tornaron á los hijos de Benjamín, y pasáronlos á cuchillo, á hombres y bestias en la ciudad, y todo lo que fué hallado: asimismo pusieron fuego á todas las ciudades que hallaban.

Mira que te he puesto en este día sobre gentes y sobre reinos, para arrancar y para destruir, y para arruinar y para derribar, y para edificar y para plantar.

El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla nocivo desvarío.

He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama; no quedará brasa para calentarse, ni lumbre á la cual se sienten.

Y todas las casas de los altos que estaban en las ciudades de Samaria, las cuales habían hecho los reyes de Israel para provocar á ira, quitólas también Josías, é hizo de ellas como había hecho en Beth-el.

Ahora pues, entiende y mira lo que has de hacer, porque el mal está del todo resuelto contra nuestro amo y contra toda su casa: pues él es un hombre tan malo, que no hay quien pueda hablarle.

Y lo que sobrare de la carne y del pan, habéis de quemarlo al fuego.

Estén siempre delante de Jehová, y él corte de la tierra su memoria.

Y quebrarálo como se quiebra un vaso de alfarero, que sin misericordia lo hacen menuzos; tanto, que entre los pedazos no se halla tiesto para traer fuego del hogar, ó para coger agua de la poza.

Empero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida;

De fuera desolará la espada, y dentro de las cámaras el espanto; así al mancebo como á la doncella, al que mama como el hombre cano.

Pasaos á Tarsis; aullad, moradores de la isla.

Por lo cual trajo contra ellos al rey de los Caldeos, que mató á cuchillo sus mancebos en la casa de su santuario, sin perdonar joven, ni doncella, ni viejo, ni decrépito; todos los entregó en sus manos.

Porque he aquí que yo convoco todas las familias de los reinos del aquilón, dice Jehová; y vendrán, y pondrá cada uno su asiento á la entrada de las puertas de Jerusalem, y junto á todos sus muros en derredor, y en todas las ciudades de Judá.

Y destruiré vuestros altos, y talaré vuestras imágenes, y pondré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os abominará:

E hirieron á cuchillo todo cuanto en ella había vivo, destruyendo y no dejando cosa con vida; y á Asor pusieron á fuego.