Versículos bíblicos sobre Encuentro Divino

Y al día siguiente el pueblo se levantó de mañana, y edificaron allí altar, y ofrecieron holocaustos y pacíficos.

He aquí yo estoy junto á la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere por agua, á la cual dijere: Dame á beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro;

Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua:

Mas á la caída del sol sobrecogió el sueño á Abram, y he aquí que el pavor de una grande obscuridad cayó sobre él.

Y había salido Isaac á orar al campo, á la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían.

Entraremos en sus tiendas; encorvarnos hemos al estrado de sus pies.

Y fuéronse Moisés y Aarón de delante de la congregación á la puerta del tabernáculo del testimonio, y echáronse sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos.

Y cuando subían por la cuesta de la ciudad, hallaron unas mozas que salían por agua, á las cuales dijeron: ¿Está en este lugar el vidente?

Y había salido Isaac á orar al campo, á la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían.

Y levantóse Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y alzóla por título, y derramó aceite encima de ella.

Mas á la caída del sol sobrecogió el sueño á Abram, y he aquí que el pavor de una grande obscuridad cayó sobre él.

Y HABLÓ Jehová á Moisés, diciendo:

Y el ángel de Jehová respondió á Manoa: Aunque me detengas no comeré de tu pan: mas si quisieres hacer holocausto, sacrifícalo á Jehová. Y no sabía Manoa que aquél fuese ángel de Jehová.

Y fué, que como el criado de Abraham oyó sus palabras, inclinóse á tierra á Jehová.

Y aconteció en el camino, que en una posada le salió al encuentro Jehová, y quiso matarlo.

Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y á dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai, mi señora.

Y volví y descendí del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos.

Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Beth-el.

Entonces él dijo á Balac: Ponte aquí junto á tu holocausto, y yo iré á encontrar á Dios allí.

Y viendo Jehová que iba á ver, llamólo Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.

Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará.

¿Por qué me has engañado? que tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas: ¿qué has visto? Y la mujer respondió á Saúl: He visto dioses que suben de la tierra.

Y vino Dios á Balaam, y díjole: ¿Qué varones son estos que están contigo?

Entrad por sus puertas con reconocimiento, por sus atrios con alabanza: alabadle, bendecid su nombre.

Irán de fortaleza en fortaleza, verán á Dios en Sión.

Y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego: oisteis la voz de sus palabras, mas á excepción de oir la voz, ninguna figura visteis:

Y DESPUÉS movió el pueblo de Haseroth, y asentaron el campo en el desierto de Parán.

Y HABLÓ Jehová á Moisés diciendo:

Y aconteció, que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía del monte, no sabía él que la tez de su rostro resplandecía, después que hubo con El hablado.

No entrarán para ver, cuando cubrieren las cosas santas; que morirán.

Y el sacerdote la hará acercar, y la hará poner delante de Jehová.

Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante de la cubierta que está sobre el testimonio, donde yo te testificaré de mí.

Yo dije: Vosotros sois dioses, é hijos todos vosotros del Altísimo.

Guardad pues mucho vuestras almas: pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego:

Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó á Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.

E hice un arca de madera de Sittim, y labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano.

Y el ángel de Dios le dijo: Toma la carne, y los panes sin levadura, y ponlo sobre esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así.

Y Moisés subió á Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás á la casa de Jacob, y denunciarás á los hijos de Israel:

Y matarás el becerro delante de Jehová á la puerta del tabernáculo del testimonio.

Y sucedió que puesto el sol, y ya obscurecido, dejóse ver un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasó por entre los animales divididos.