Versículos bíblicos sobre Revelación Divina
Versículos bíblicos sobre la Revelación Divina
La Revelación Divina, el desvelamiento de Dios de Sí mismo y de Su voluntad, es el fundamento de nuestra fe. La Escritura ofrece atisbos de esta profunda interacción, iluminando cómo Dios se comunica con la humanidad. Entender estos versículos nos permite discernir la voz de Dios en medio del ruido del mundo, guiándonos hacia la verdad y el propósito. Al explorar la revelación divina a través de la Biblia, aprendemos a reconocer Su presencia en nuestras vidas, fomentando una relación más profunda e íntima con nuestro Creador. Abraza estas escrituras como un camino hacia la sabiduría, permitiendo que el Espíritu Santo revele el corazón de Dios e ilumine tu viaje espiritual.
Versículos más útiles
Comienza tu estudio con estos pasajes cuidadosamente seleccionados
¿Será conocida en las tinieblas tu maravilla, ni tu justicia en la tierra del olvido?
Y Moisés subió á Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás á la casa de Jacob, y denunciarás á los hijos de Israel:
CUANDO se levantare en medio de ti profeta, ó soñador de sueños, y te diere señal ó prodigio,
Scripture Passages
Y JEHOVÁ dijo á Moisés: Entra á Faraón; porque yo he agravado su corazón, y el corazón de sus siervos, para dar entre ellos estas mis señales;
Y dijo Moisés: Jehová ha dicho así: A la media noche yo saldré por medio de Egipto,
Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos.
Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sión; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalem; levántala, no temas; di á las ciudades de Judá: ¡Veis aquí el Dios vuestro!
Y Jehová habló á Moisés en el desierto de Sinaí, diciendo:
Contad entre las gentes su gloria, en todos los pueblos sus maravillas.
No supieron ni entendieron: porque encostrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender.
Y será en aquel día, dice Jehová, que desfallecerá el corazón del rey, y el corazón de los príncipes, y los sacerdotes estarán atónitos, y se maravillarán los profetas.
Y vino á él, y he aquí que él estaba junto á su holocausto, y con él los príncipes de Moab: y díjole Balac: ¿Qué ha dicho Jehová?
Y cuando venía Moisés delante de Jehová para hablar con él, quitábase el velo hasta que salía; y saliendo, hablaba con los hijos de Israel lo que le era mandado;
¿Será conocida en las tinieblas tu maravilla, ni tu justicia en la tierra del olvido?
Y DÍJOME Jehová: Tómate un gran volumen, y escribe en él en estilo de hombre tocante á Maher-salal-hash-baz.
Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido palabra de Jehová, diciendo, Israel será tu nombre;
Y habló Jehová á Moisés, diciendo:
Escucha, Job, y óyeme; calla, y yo hablaré.
Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿y hay conocimiento en lo alto?
ESTAS son las postreras palabras de David. Dijo David hijo de Isaí, dijo aquel varón que fué levantado alto, el ungido del Dios de Jacob, el suave en cánticos de Israel:
Entonces abrió Dios sus ojos, y vió una fuente de agua; y fué, y llenó el odre de agua, y dió de beber al muchacho.
Tú fundaste la tierra antiguamente, y los cielos son obra de tus manos.
Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel: y vieron á Dios, y comieron y bebieron.
Y vino Dios á Labán Arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables á Jacob descomedidamente.
Y díjome Jehová: Conjuración se ha hallado en los varones de Judá, y en los moradores de Jerusalem.
Y DÍJOME Jehová: Tómate un gran volumen, y escribe en él en estilo de hombre tocante á Maher-salal-hash-baz.
Porque cuenten en Sión el nombre de Jehová, y su alabanza en Jerusalem,
Entonces él dijo á Balac: Ponte aquí junto á tu holocausto, y yo iré á encontrar á Dios allí.
Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.
Alegad por vuestra causa, dice Jehová: exhibid vuestros fundamentos, dice el Rey de Jacob.
Goteará como la lluvia mi doctrina; destilará como el rocío mi razonamiento; como la llovizna sobre la grama, y como las gotas sobre la hierba:
Estos son los mandamientos y los estatutos que mandó Jehová por mano de Moisés á los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó.
Asimismo Saphán escriba declaró al rey, diciendo: Hilcías el sacerdote me ha dado un libro. Y leyólo Saphán delante del rey.
Espérame un poco, y enseñarte he; porque todavía tengo razones en orden á Dios.
Y el ángel de Jehová no tornó á aparecer á Manoa ni á su mujer. Entonces conoció Manoa que era el ángel de Jehová.
Y habló Jehová á Moisés, diciendo:
Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; cuando señalaba por compás la sobrefaz del abismo;
Y dijo Jehová á Moisés: Cuando hubiereis vuelto á Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano: yo empero endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.
Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos: toda la tierra está llena de su gloria.
Y la palabra de Jehová fué á mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Yo veo una vara de almendro.
Y soñó aún otro sueño, y contólo á sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban á mí.
Dadnos nuevas de lo que ha de ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses; ó á lo menos haced bien, ó mal, para que tengamos qué contar, y juntamente nos maravillemos.
Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré.
Los versículos bíblicos explorados revelan la naturaleza multifacética de la revelación divina: a través de la creación, palabras proféticas, Jesucristo y el Espíritu Santo. Estas escrituras subrayan la activa búsqueda de Dios por la humanidad, comunicando Su carácter, voluntad y plan de redención. Entender estos diferentes modos de revelación permite una apreciación más profunda de la auto-revelación de Dios y Su deseo de relación. Reflexionando sobre estos versículos, somos desafiados a cultivar atención a la voz de Dios en todos los aspectos de la vida. Ya sea a través de la belleza del mundo natural, la sabiduría de la Escritura o el impulso del Espíritu, Dios continúa hablando. Busquemos diligentemente Su presencia, abramos nuestros corazones a Su revelación y apliquemos fielmente Su verdad a nuestra vida diaria, para que podamos conocerlo más íntimamente y vivir de acuerdo con Su propósito divino.