Versículos bíblicos sobre Aliento

Hendió las peñas en el desierto: y dióles á beber como de grandes abismos;

No faltó palabra de todas la buenas que habló Jehová á la casa de Israel; todo se cumplió.

Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, tocóle, diciendo: Levántate, come: porque gran camino te resta.

Y sacóme á anchura: libróme, porque se agradó de mí.

Y El ángel de Jehová subió de Gilgal á Bochîm, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado á vuestros padres; y dije: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros;

Aun el muchacho es conocido por sus hechos, si su obra fuere limpia y recta.

Reinó Dios sobre las gentes: asentóse Dios sobre su santo trono.

Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo: yo hago morir, y yo hago vivir: yo hiero, y yo curo: y no hay quien pueda librar de mi mano.

Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará por él inmundo; y habrá para ellos en él quien los acompañe, de tal manera que los insensatos no yerren.

Así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá á mí vacía, antes hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

Acordaos de sus maravillas que hizo, de sus prodigios y de los juicios de su boca,

Y sucedió que como oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, Dios disipó el consejo de ellos, y volvímonos todos al muro, cada uno á su obra.

¿Ayer viniste, y téngote de hacer hoy que mudes lugar para ir con nosotros? Yo voy como voy: tú vuélvete, y haz volver á tus hermanos; en ti haya misericordia y verdad.

Jehová cumplirá por mí: tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; no dejarás la obra de tus manos.

Para que digas á los presos: Salid; y á los que están en tinieblas: Manifestaos. En los caminos serán apacentados, y en todas las cumbres serán sus pastos.

La gloria de tu reino digan, y hablen de tu fortaleza;

Y díjome: He aquí, yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de pueblos: y daré esta tierra á tu simiente después de ti por heredad perpetua.

Entonces hablaré, y no le temeré: porque así no estoy en mí mismo.

Y que hago misericordia en millares á los que me aman, y guardan mis mandamientos.

Y el residuo de la casa de Judá que hubiere escapado, tornará á echar raíz abajo, y hará fruto arriba.

Antes en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.

He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sostienen mi vida.

Y díjole Dios: Yo soy el Dios Omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederá de ti, y reyes saldrán de tus lomos:

Y caminó Henoch con Dios, después que engendró á Mathusalam, trescientos años: y engendró hijos é hijas.

Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere, su justicia que él hizo.

Salva á tu pueblo, y bendice á tu heredad; y pastoréalos y ensálzalos para siempre.

Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase á Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

Pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos: él sabe que andas por este gran desierto: estos cuarenta años Jehová tu Dios fué contigo; y ninguna cosa te ha faltado.

Oidme, oh casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz.

Para que abras ojos de ciegos, para que saques de la cárcel á los presos, y de casas de prisión á los que están de asiento en tinieblas.

Por tanto el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y parirá hijo, y llamará su nombre Emmanuel.

Tomando luego Elías al niño, trájolo de la cámara á la casa, y diólo á su madre, y díjole Elías: Mira, tu hijo vive.

Y puesto en pie, bendijo á toda la congregación de Israel, diciendo en voz alta:

Yo dije: Vosotros sois dioses, é hijos todos vosotros del Altísimo.

Y la planta que plantó tu diestra, y el renuevo que para ti corroboraste.

Porque su Dios le instruye, y le enseña á juicio;

Alégrase el hombre con la respuesta de su boca: y la palabra á su tiempo, ¡cuán buena es!

Y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón; después pasaréis: porque por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.

He aquí que yo hago cosa nueva: presto saldrá á luz: ¿no la sabréis? Otra vez pondré camino en el desierto, y ríos en la soledad.

CANTAD á Dios, fortaleza nuestra: al Dios de Jacob celebrad con júbilo.