Versículos bíblicos sobre Dios

Alaben la misericordia de Jehová, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

Empero Jehová ensalzará los enemigos de Rezín contra él, y juntará sus enemigos;

Porque el alma de toda carne, su vida, está en su sangre: por tanto he dicho á los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre: cualquiera que la comiere será cortado.

Y quemará el sebo de la expiación sobre el altar.

Pisado he yo solo el lagar, y de los pueblos nadie fué conmigo: pisélos con mi ira, y hollélos con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y ensucié todas mis ropas.

No tomarás usura de él, ni aumento; mas tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo.

Guardad pues mis mandamientos, y ejecutadlos: Yo Jehová.

Sobre tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus escondidos.

No alabarán los muertos á JAH, ni cuantos descienden al silencio;

Guárdame de los lazos que me han tendido, y de los armadijos de los que obran iniquidad.

Dijo más: No podrás ver mi rostro: porque no me verá hombre, y vivirá.

Pues tus testimonios son mis deleites, y mis consejeros.

Oirás pues la voz de Jehová tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy.

Y edificarás allí altar á Jehová tu Dios, altar de piedras: no alzarás sobre ellas hierro.

Y Moisés, con los sacerdotes Levitas, habló á todo Israel, diciendo: Atiende y escucha, Israel: hoy eres hecho pueblo de Jehová tu Dios.

Y sacrificarás pacíficos, y comerás allí; y alegrarte has delante de Jehová tu Dios.

Resplandeció en las tinieblas luz á los rectos: es clemente, y misericordioso, y justo.

El multiplica las gentes, y él las destruye: él esparce las gentes, y las torna á recoger.

Y no llegarán más los hijos de Israel al tabernáculo del testimonio, porque no lleven pecado, por el cual mueran.

Cuando obedecieres á la voz de Jehová tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, para hacer lo recto en ojos de Jehová tu Dios.

No harás así á Jehová tu Dios; porque todo lo que Jehová aborrece, hicieron ellos á sus dioses; pues aun á sus hijos é hijas quemaban en el fuego á sus dioses.

Porque es día de venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sión.

Porque Jehová se levantará como en el monte Perasim, como en el valle de Gabaón se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación.

Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, Jehová, me ayudaste, y me consolaste.

¿Qué tiene mi amado en mi casa, habiendo hecho abominaciones muchas? Y las carnes santas pasarán de sobre ti, porque en tu maldad te gloriaste.

Toma los Levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y los animales de los Levitas en lugar de sus animales; y los Levitas serán míos: Yo Jehová.

Y el presente de ellos, flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada becerro, dos décimas con cada carnero,

Enséñame á hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios: tu buen espíritu me guíe á tierra de rectitud.

Besad al Hijo, porque no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.

Reprendiste gentes, destruiste al malo, raíste el nombre de ellos para siempre jamás.

Guardaos no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y os hagáis escultura ó imagen de cualquier cosa, que Jehová tu Dios te ha vedado.

Y porque alzando tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, no seas incitado, y te inclines á ellos, y les sirvas; que Jehová tu Dios los ha concedido á todos los pueblos debajo de todos los cielos.

Y el herodión, y el cisne, y el ibis,

El temor de Jehová aumentará los días: mas los años de los impíos serán acortados.

Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos de cabrío, cinco corderos de un año. Esta fué la ofrenda de Gamaliel, hijo de Pedasur.

Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, y ve todos sus pasos.

Porque á su pecado añadió impiedad: bate las manos entre nosotros, y contra Dios multiplica sus palabras.

Clamé á ti, oh Jehová, dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes.

Vinieron entonces dos hombres perversos, y sentáronse delante de él: y aquellos hombres de Belial atestiguaron contra Naboth delante del pueblo, diciendo: Naboth ha blasfemado á Dios y al rey. Y sacáronlo fuera de la ciudad, y apedreáronlo con piedras, y murió.

Y ellos le respondieron: Nuestra alma por vosotros hasta la muerte, si no denunciareis este nuestro negocio: y cuando Jehová nos hubiere dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad.