Versículos bíblicos sobre Isaac

Y multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y daré á tu simiente todas estas tierras; y todas las gentes de la tierra serán benditas en tu simiente:

Y el sexto día, ocho becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;

Y causáronle amargura, y asaeteáronle, y aborreciéronle los archeros:

Entonces Jacob tomó una piedra, y levantóla por título.

Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre:

Y fueron amargura de espíritu á Isaac y á Rebeca.

Y dijo Lea: Vino la ventura. Y llamó su nombre Gad.

Sea, pues, que la moza á quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba; y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber á tus camellos: que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.

Mas ahora que ya es muerto, ¿para qué tengo de ayunar? ¿podré yo hacerle volver? Yo voy á él, mas él no volverá á mí.

Yo os he entregado, como lo había dicho á Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.

Yo lo fío; á mí me pedirás cuenta de él: si yo no te lo volviere y lo pusiere delante de ti, seré para ti el culpante todos los días:

Y HABLÓ Jehová á Moisés, diciendo:

Porque habló Jehová á Moisés, diciendo:

Y HABLÓ Jehová á Moisés, diciendo:

Habló más Jehová á Moisés, diciendo:

Y fueron amargura de espíritu á Isaac y á Rebeca.

Y Jehová habló á Moisés, diciendo:

Y yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré; y haré memoria de la tierra.

Y será, cuando Jehová tu Dios te hubiere introducido en la tierra que juró á tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, que te daría; en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste,

Púsolo por señor de su casa, y por enseñoreador en toda su posesión;

Ley nos mandó Moisés, heredad á la congregación de Jacob.

Habló más Jehová á Moisés, diciendo:

Y dijo más Abimelech á Abraham: ¿Qué viste para que hicieses esto?

Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac, y Jacob; no mires á la dureza de este pueblo, ni á su impiedad, ni á su pecado:

Entonces José subió á sepultar á su padre; y subieron con él todos los siervos de Faraón, los ancianos de su casa, y todos los ancianos de la tierra de Egipto,

Y multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y daré á tu simiente todas estas tierras; y todas las gentes de la tierra serán benditas en tu simiente:

Y le quitará todo el sebo, y harálo arder sobre el altar.

Sus caminos notificó á Moisés, y á los hijos de Israel sus obras.

Y estremecióse Isaac con grande estremecimiento, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que cogió caza, y me trajo, y comí de todo antes que vinieses? Yo le bendije, y será bendito.

Y aborreció Esaú á Jacob por la bendición con que le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré á Jacob mi hermano.

Y apartóse de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él: y llamó su nombre Rehoboth, y dijo: Porque ahora nos ha hecho ensanchar Jehová, y fructificaremos en la tierra.

Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y él respondió: Yo soy.

Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, al cual te parirá Sara por este tiempo el año siguiente.

Y las pondrás en el tabernáculo del testimonio delante del testimonio, donde yo me declararé á vosotros.

Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera al hombre, á la fuente;

Entonces Isaac su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esaú.

He aquí yo estoy junto á la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere por agua, á la cual dijere: Dame á beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro;

Isaac respondió y dijo á Esaú: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos á todos sus hermanos: de trigo y de vino le he provisto: ¿qué, pues, te haré á ti ahora, hijo mío?

Y llegóse Jacob á su padre Isaac; y él le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, mas las manos, las manos de Esaú.

Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac: la tierra en que estás acostado te la daré á ti y á tu simiente.