Versículos bíblicos sobre Jacob
Versículos bíblicos sobre Jacob
Adéntrate en la vida de Jacob a través de la Escritura y descubre lecciones profundas sobre fe, lucha y redención. La historia de Jacob, un tapiz tejido con defectos y triunfos, revela la gracia duradera de Dios. Al explorar estos versos, somos testigos de cómo las promesas de Dios permanecen firmes incluso cuando la humanidad flaquea. Comprender el viaje de Jacob nos permite reconocer nuestras propias imperfecciones y abrazar el poder transformador del perdón divino y el amor inquebrantable. Que las Escrituras iluminen la importancia de la vida de Jacob, enriqueciendo tu camino espiritual y fortaleciendo tu conexión con la narrativa divina de esperanza y renovación.
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Y José unció su carro y vino á recibir á Israel su padre á Gosén; y se manifestó á él, y echóse sobre su cuello, y lloró sobre su cuello bastante.
Y él tomó viandas de delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín era cinco veces como cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y alegráronse con él.
Y él les dijo: No; á ver lo descubierto del país habéis venido.
Scripture Passages
También los de la casa de José subieron á Beth-el; y fué Jehová con ellos.
Y los hijos de Nephtalí: Jahzeel, y Guni, y Jezer, y Shillem.
Y AHORA, así dice Jehová Criador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.
Y fueron dichas á Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor: y ella envió y llamó á Jacob su hijo menor, y díjole: He aquí, Esaú tu hermano se consuela acerca de ti con la idea de matarte.
Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre:
Y fueron sus hermanos á apacentar las ovejas de su padre en Sichêm.
Y él la conoció, y dijo: La ropa de mi hijo es; alguna mala bestia le devoró; José ha sido despedazado.
Que juró él á Jehová, prometió al Fuerte de Jacob:
Estos fueron los hijos de Zilpa, la que Labán dió á su hija Lea, y parió estos á Jacob; todas diez y seis almas.
Si él decía así: Los pintados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían pintados: y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían listados.
Testigo sea este majano, y testigo sea este título, que ni yo pasaré contra ti este majano, ni tú pasarás contra mí este majano ni este título, para mal.
Y Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac á Esaú su hijo: y fuése Esaú al campo para coger la caza que había de traer.
Los hijos de Nephtalí por sus familias: de Jahzeel, la familia de los Jahzeelitas; de Guni, la familia de los Gunitas;
Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; entra á ella, y parirá sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella.
Ley nos mandó Moisés, heredad á la congregación de Jacob.
Bienaventurado aquel en cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza es en Jehová su Dios:
Y acaeció, morando Israel en aquella tierra, que fué Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual llegó á entender Israel. Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce:
Y levantémonos, y subamos á Beth-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha sido conmigo en el camino que he andado.
¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, tus habitaciones, oh Israel!
Sírvante pueblos, y naciones se inclinen á ti: sé señor de tus hermanos, e inclínense á ti los hijos de tu madre: malditos los que te maldijeren, y benditos los que te bendijeren.
Y dijo: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que habló de su boca á David mi padre, y con su mano lo ha cumplido, diciendo:
Mas si no se redimiere en esos años, en el año del jubileo saldrá, él, y sus hijos con él.
Y habló Jehová á Moisés, diciendo:
Y AHORA, así dice Jehová Criador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.
Y sacólos con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo.
No hablé en escondido, en lugar de tierra de tinieblas; no dije á la generación de Jacob: En vano me buscáis. Yo soy Jehová que hablo justicia, que anuncio rectitud.
Y él le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas.
Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre paraba la consideración en ello.
Entonces dijo Labán á Jacob: ¿Por ser tú mi hermano, me has de servir de balde? declárame qué será tu salario.
Porque de la cumbre de las peñas lo veré, y desde los collados lo miraré: he aquí un pueblo que habitará confiado, y no será contado entre las gentes.
Y Jacob erigió un título en el lugar donde había hablado con él, un título de piedra, y derramó sobre él libación, y echó sobre él aceite.
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Beth-el.
Y nosotros respondimos á mi señor: Tenemos un padre anciano, y un mozo que le nació en su vejez, pequeño aún; y un hermano suyo murió, y él quedó solo de su madre, y su padre lo ama.
Y nosotros dijimos á mi señor: El mozo no puede dejar á su padre, porque si le dejare, su padre morirá.
Aconteció pues, que como llegamos á mi padre tu siervo, contámosle las palabras de mi señor.
Y JEHOVÁ dijo á Moisés: Ve, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, á la tierra de la cual juré á Abraham, Isaac, y Jacob, diciendo: A tu simiente la daré:
Y él la conoció, y dijo: La ropa de mi hijo es; alguna mala bestia le devoró; José ha sido despedazado.
Y fueron dichas á Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor: y ella envió y llamó á Jacob su hijo menor, y díjole: He aquí, Esaú tu hermano se consuela acerca de ti con la idea de matarte.
Y todas las almas de los que salieron del muslo de Jacob, fueron setenta. Y José estaba en Egipto.
Y yo afligiré la simiente de David á causa de esto, mas no para siempre.
Los versos de la Biblia que rodean a Jacob pintan un retrato complejo de un hombre defectuoso elegido por Dios, transformado finalmente en Israel, el padre de una nación. Desde su adquisición engañosa del derecho de primogenitura y bendición de Esaú hasta su lucha con Dios, la historia de Jacob destaca la gracia divina operando en medio de la debilidad humana. Estos versos demuestran que los planes de Dios no son frustrados por nuestras imperfecciones, sino que a menudo trabajan a través de ellas. Reflexionando sobre el viaje de Jacob, somos recordados de que Dios ve potencial más allá de nuestro estado presente y está dispuesto a luchar con nosotros a través de nuestras luchas. Que estos versos fomenten la introspección, llevándonos a buscar el poder transformador de Dios en nuestras propias vidas y a confiar en Su promesa duradera de hacer algo hermoso de los pedazos rotos de nuestra experiencia humana.