Versículos bíblicos sobre Legado
Versículos bíblicos sobre Legado
Comprender el legado a través de la Escritura ilumina nuestro propósito más allá de la existencia terrenal. La Biblia revela que el verdadero legado no se mide por la riqueza material o los reconocimientos mundanos, sino por el impacto que tenemos en los demás a través de la fe, el amor y la obediencia a Dios. Examinar estos versículos nos anima a vivir intencionalmente, construyendo una herencia espiritual que bendiga a las generaciones venideras. Esto invita a la introspección: ¿Qué valores estamos inculcando? ¿Qué semillas de fe estamos sembrando? Que la sabiduría de estos pasajes te guíe en la formación de un legado que haga eco del amor de Dios y refleje Su gloria, dejando un testimonio perdurable de fe para aquellos que nos sigan.
Versículos más útiles
Comienza tu estudio con estos pasajes cuidadosamente seleccionados
Y Abraham dió todo cuanto tenía á Isaac.
Así fortificaron el reino de Judá, y confirmaron á Roboam hijo de Salomón, por tres años; porque tres años anduvieron en el camino de David y de Salomón.
Fortaleza y honor son su vestidura; y en el día postrero reirá.
Scripture Passages
Y cumpliéronle cuarenta días, porque así cumplían los días de los embalsamados, y lloráronlo los Egipcios setenta días.
El duque Cora, el duque Gatam, y el duque Amalec: estos son los duques de Eliphaz en la tierra de Edom; estos fueron los hijos de Ada.
Los hijos de Sephatías, los hijos de Hattil, los hijos de Pochêreth-hassebaim, los hijos de Amón.
Y levantóse Jacob de Beer-seba; y tomaron los hijos de Israel á su padre Jacob, y á sus niños, y á sus mujeres, en los carros que Faraón había enviado para llevarlo.
Y los términos de Og rey de Basán, que había quedado de los Rapheos, el cual habitaba en Astaroth y en Edrei,
Hijas de Israel, llorad sobre Saúl, que os vestía de escarlata en regocijos, que adornaba vuestras ropas con ornamentos de oro.
Y la primera suerte fué de los hijos de Aarón, de la familia de Coath, de los hijos de Leví;
Y Moisés escribió este cántico aquel día, y enseñólo á los hijos de Israel.
Gloria y hermosura es su obra; y su justicia permanece para siempre.
Y á los Heveos que habitaban en Haserin hasta Gaza, los Caftoreos que salieron de Caftor los destruyeron, y habitaron en su lugar.)
Y FUÉ la vida de Sara ciento veintisiete años: tantos fueron los años de la vida de Sara.
El tiempo que reinó Jeroboam fueron veintidós años; y habiendo dormido con sus padres, reinó en su lugar Nadab su hijo.
Después harás llegar sus hijos, y les vestirás las túnicas:
Y nosotros nos armaremos, é iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar: y nuestros niños quedarán en ciudades fuertes á causa de los moradores del país.
Mirad, yo he dado la tierra en vuestra presencia; entrad y poseed la tierra que Jehová juró á vuestros padres Abraham, Isaac, y Jacob, que les daría á ellos y á su simiente después de ellos.
El hijo de Geber, en Ramoth de Galaad; éste tenía también las ciudades de Jair hijo de Manasés, las cuales estaban en Galaad; tenía también la provincia de Argob, que era en Basán, sesenta grandes ciudades con muro y cerraduras de bronce;
Y se sentó Salomón en el trono de David su padre, y fué su reino firme en gran manera.
Y murió Elimelech, marido de Noemi, y quedó ella con sus dos hijos;
ESTOS son los estatutos y derechos que cuidaréis de poner por obra, en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha dado para que la poseas, todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra.
Y los hijos de ellos que no supieron oigan, y aprendan á temer á Jehová vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la tierra, para ir á la cual pasáis el Jordán para poseerla.
Y tú has dicho: Yo te haré bien, y pondré tu simiente como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.
PALABRAS del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.
Y vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró á Henoch.
Los hijos de Coath: Amram, Ishar, Hebrón y Uzziel.
Todas las familias de los Suhamitas, por sus contados, sesenta y cuatro mil y cuatrocientos.
Y aconteció al cabo de veinte años, en que Salomón había edificado las dos casas, la casa de Jehová y la casa real,
Y á los Heveos que habitaban en Haserin hasta Gaza, los Caftoreos que salieron de Caftor los destruyeron, y habitaron en su lugar.)
Los hijos de Chêros, los hijos de Siaa, los hijos de Phadón;
Para siempre confirmaré tu simiente, y edificaré tu trono por todas las generaciones. (Selah.)
Empero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará casa á mi nombre.
Os haré morar en este lugar, en la tierra que dí á vuestros padres para siempre.
Empero fué que tornando él á meter la mano, he aquí su hermano salió; y ella dijo: ¿Por qué has hecho sobre ti rotura? Y llamó su nombre Phares.
Mas los hijos de Manasés no pudieron echar á los de aquellas ciudades; antes el Cananeo quiso habitar en la tierra.
Por lo cual Leví no tuvo parte ni heredad con sus hermanos: Jehová es su heredad, como Jehová tu Dios le dijo.)
Fuera como la arena tu simiente, y los renuevos de tus entrañas como las pedrezuelas de ella; nunca su nombre fuera cortado, ni raído de mi presencia.
Y habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes.
¿El que los guió por la diestra de Moisés con el brazo de su gloria; el que rompió las aguas delante de ellos, haciéndose así nombre perpetuo?
Y dijo Abraham á un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,
Déjame que los destruya, y raiga su nombre de debajo del cielo; que yo te pondré sobre gente fuerte y mucha más que ellos.
De los hombres con tu mano, oh Jehová, de los hombres de mundo, cuya parte es en esta vida, y cuyo vientre hinches de tu tesoro: hartan sus hijos, y dejan el resto á sus chiquitos.
Los versículos de la Biblia sobre el legado pintan un cuadro poderoso: nuestras vidas no son momentos fugaces, sino ecos que resuenan a través de las generaciones. Enfatizan la importancia de vivir una vida de integridad, fe y amor, dejando atrás una herencia de rectitud que dirige a otros hacia Dios. Ya sea a través de actos de bondad, impartiendo sabiduría o construyendo una familia fuerte arraigada en la fe, estamos llamados a ser intencionales sobre el impacto que tenemos en el mundo. Mientras reflexionas sobre estos versículos, considera qué tipo de legado estás construyendo. ¿Qué dirá tu vida a aquellos que vengan después de ti? Esfuérzate por vivir de tal manera que tu legado sea uno de fidelidad, amor y devoción inquebrantable a Dios, un testimonio de Su gracia y un faro de esperanza para las generaciones futuras.