Versículos bíblicos sobre Longevidad
Versículos bíblicos sobre Longevidad
Las Escrituras ofrecen profundas percepciones sobre la longevidad, no meramente como la acumulación de años, sino como un testimonio de una vida vivida en alineación con la voluntad de Dios. Explorar versos sobre este tema nos invita a considerar las bendiciones otorgadas a aquellos que Lo honran y caminan en Sus caminos. Incita a la reflexión sobre la relación entre obediencia, sabiduría y una vida floreciente. A través de estos versos, ganamos una comprensión más profunda de las promesas de Dios y el potencial para una existencia larga y cumplidora arraigada en fe, servicio y devoción. Profundizar en estas Escrituras es una invitación a examinar nuestras propias vidas y buscar un camino que lleve a un bienestar tanto terrenal como eterno.
Versículos más útiles
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Y vivió Mathusalam, después que engendró á Lamech, setecientos ochenta y dos años: y engendró hijos é hijas.
Fueron, pues, todos los días de Mathusalam, novecientos sesenta y nueve años; y murió.
Y para que os sean prolongados los días sobre la tierra, que juró Jehová á vuestros padres había de dar á ellos y á su simiente, tierra que fluye leche y miel.
Scripture Passages
Porque por mí se aumentarán tus días, y años de vida se te añadirán.
Y vivió Enós después que engendró á Cainán, ochocientos y quince años: y engendró hijos é hijas.
Y fueron todos los días de Enós novecientos y cinco años; y murió.
Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió.
Y estos fueron los días de vida que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años.
Y FUÉ la vida de Sara ciento veintisiete años: tantos fueron los años de la vida de Sara.
Porque largura de días, y años de vida y paz te aumentarán.
Vida te demandó, y dístele largura de días por siglos y siglos.
Mas Josué hijo de Nun, y Caleb hijo de Jephone, quedaron con vida de entre aquellos hombres que habían ido á reconocer la tierra.
Y vivió Cainán, después que engendró á Mahalaleel, ochocientos y cuarenta años: y engendró hijos é hijas.
Y fueron todos los días de Cainán novecientos y diez años; y murió.
Y vivió Cainán, después que engendró á Mahalaleel, ochocientos y cuarenta años: y engendró hijos é hijas.
Y fueron todos los días de Cainán novecientos y diez años; y murió.
El príncipe falto de entendimiento multiplicará los agravios: mas el que aborrece la avaricia, prolongará sus días.
Porque largura de días, y años de vida y paz te aumentarán.
Y fueron los días de Adam, después que engendró á Seth, ochocientos años: y engendró hijos é hijas.
El príncipe falto de entendimiento multiplicará los agravios: mas el que aborrece la avaricia, prolongará sus días.
Y estos fueron los días de vida que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años.
Y fueron todos los días de Noé novecientos y cincuenta años; y murió.
Y fueron todos los días de Noé novecientos y cincuenta años; y murió.
Y era Aarón de edad de ciento y veinte y tres años, cuando murió en el monte de Hor.
Y vivió Mahalaleel, después que engendró á Jared, ochocientos y treinta años: y engendró hijos é hijas.
Y vivió Mathusalam ciento ochenta y siete años, y engendró á Lamech.
Y vivió Mahalaleel, después que engendró á Jared, ochocientos y treinta años: y engendró hijos é hijas.
Y vivió Mathusalam ciento ochenta y siete años, y engendró á Lamech.
Y vivió Noé después del diluvio trescientos y cincuenta años.
Porque por mí se aumentarán tus días, y años de vida se te añadirán.
Y ABRAHAM era viejo, y bien entrado en días; y Jehová había bendecido á Abraham en todo.
Y ABRAHAM era viejo, y bien entrado en días; y Jehová había bendecido á Abraham en todo.
Mas Josué hijo de Nun, y Caleb hijo de Jephone, quedaron con vida de entre aquellos hombres que habían ido á reconocer la tierra.
Y estos fueron los días de vida que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años.
Y vivió Noé después del diluvio trescientos y cincuenta años.
Y fueron los días de Isaac ciento ochenta años.
Los versos de la Biblia sobre longevidad ofrecen más que solo promesas de vida larga; proporcionan un profundo marco para entender una vida bien vivida. Enfatizan la interconexión de obediencia, sabiduría, rectitud y reverencia por Dios con el potencial para años extendidos. Aunque la longevidad no está garantizada, estas Escrituras sugieren que cultivar una vida alineada con los principios de Dios fomenta un estado de ser conducente a la integridad y florecimiento, lo cual puede, a su vez, contribuir a una vida más larga. Que estos versos inciten a la reflexión sobre nuestras propias vidas, instándonos a priorizar el crecimiento espiritual y la conducta ética. Al abrazar la sabiduría, mostrar compasión y permanecer fieles, no solo honramos a Dios sino que también cultivamos una vida rica en propósito, significado y potencialmente, años extendidos para servir y bendecir a otros. En última instancia, el valor reside no solo en la longitud de nuestros días, sino en la profundidad e impacto de la vida que vivimos.