Versículos bíblicos sobre Matrimonio
Versículos bíblicos sobre el Matrimonio
El matrimonio, una unión sagrada ordenada por Dios, es una piedra angular de la sociedad y un reflejo del amor de Cristo por la Iglesia. Explorar las Escrituras acerca del matrimonio desvela verdades profundas sobre el compromiso, el sacrificio y la unidad. Comprender estos principios bíblicos proporciona una base sólida para construir relaciones duraderas arraigadas en la fe y el respeto mutuo. Profundizar en estos versículos ofrece guía para navegar las alegrías y desafíos de la vida matrimonial, fomentando una intimidad más profunda y honrando a Dios a través de tu pacto. Que la sabiduría de la Biblia ilumine tu camino mientras buscas crear un matrimonio que lo glorifique.
Most Helpful Verses
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Yo voy el camino de toda la tierra: esfuérzate, y sé varón.
Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria.
También sobre su cama es castigado con dolor fuerte en todos sus huesos,
Scripture Passages
Todos los que están conmigo te saludan. Saluda á los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros. Amén. A Tito, el cual fué el primer obispo ordenado á la iglesia de los Cretenses, escrita de Nicópolis de Macedonia.
Y dijeron los varones á Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar:
¿No tenemos potestad de traer con nosotros una hermana mujer también como los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?
¿O sólo yo y Bernabé no tenemos potestad de no trabajar?
Mas sus discípulos, oyendo estas cosas, se espantaron en gran manera, diciendo: ¿Quién pues podrá ser salvo?
Y de los hijos de los sacerdotes: los hijos de Abaía, los hijos de Cos, los hijos de Barzillai, el cual tomó mujer de las hijas de Barzillai Galaadita, y fué llamado del nombre de ellas.
Pues de su grado han dado conforme á sus fuerzas, yo testifico, y aun sobre sus fuerzas;
De manera que exhortamos á Tito, que como comenzó antes, así también acabe esta gracia entre vosotros también.
Y en la ley Moisés nos mandó apedrear á las tales: tú pues, ¿qué dices?
Entonces los Fariseos le dijeron: Tú de ti mismo das testimonio: tu testimonio no es verdadero.
Y Jacob respondió, y dijo á Labán: Porque tuve miedo; pues dije, que quizá me quitarías por fuerza tus hijas.
Porque la ley constituye sacerdotes á hombres flacos; mas la palabra del juramento, después de la ley, constituye al Hijo, hecho perfecto para siempre.
Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número; y Jehová te ha bendecido con mi llegada: y ahora ¿cuándo tengo de hacer yo también por mi propia casa?
Y David respondió al sacerdote, y díjole: Cierto las mujeres nos han sido reservadas desde anteayer cuando salí, y los vasos de los mozos fueron santos, aunque el camino es profano: cuanto más que hoy habrá otro pan santificado en los vasos.
Oh Dios, oye mi oración; escucha las razones de mi boca.
ESCUCHA, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.
Como cierva amada y graciosa corza, sus pechos te satisfagan en todo tiempo; y en su amor recréate siempre.
No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo te socorrí, dice Jehová, y tu Redentor el Santo de Israel.
Alegad por vuestra causa, dice Jehová: exhibid vuestros fundamentos, dice el Rey de Jacob.
No tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado á Tito mi hermano: así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia.
Mas si el santificante redimiere su casa, añadirá á tu valuación el quinto del dinero de ella, y será suya.
Y si el que santificó la tierra quisiere redimirla, añadirá á tu estimación el quinto del dinero de ella, y quedaráse para él.
No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe: de la que duerme á tu lado, guarda, no abras tu boca.
Conjúroos, oh doncellas de Jerusalem, que no despertéis, ni hagáis velar al amor, hasta que quiera.
Así que, si os dijeren: He aquí en el desierto está; no salgáis: He aquí en las cámaras; no creáis.
El hombre sabio es fuerte; y de pujante vigor el hombre docto.
Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos: que Jehová tu Dios es el que va contigo: no te dejará ni te desamparará.
Cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres á Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
Al que hirió á Egipto en sus primogénitos, porque para siempre es su misericordia.
Y si el justo con dificultad se salva, ¿á dónde aparecerá el infiel y el pecador?
EN Jehová he confiado; ¿cómo decís á mi alma: Escapa al monte cual ave?
Y era viuda de hasta ochenta y cuatro años, que no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.
Y ellos como lo oyeron, glorificaron á Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de Judíos hay que han creído; y todos son celadores de la ley:
Bienaventurado el hombre á quien tú, JAH, castigares, y en tu ley lo instruyeres;
Y tú, Jehová Señor, haz conmigo por amor de tu nombre: líbrame, porque tu misericordia es buena.
Ayúdame, Jehová Dios mío: sálvame conforme á tu misericordia.
Y huélgome por vosotros, que yo no haya estado allí, para que creáis: mas vamos á él.
Dícele Jesús: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Y el Dios Omnipotente os dé misericordias delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y á este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo.
Y diéronle las nuevas, diciendo: José vive aún; y él es señor en toda la tierra de Egipto. Y su corazón se desmayó; pues no los creía.
La Biblia ofrece sabiduría atemporal sobre el matrimonio, retratándolo como un pacto sagrado que refleja la relación de Dios con la humanidad. Los versículos enfatizan el amor, el respeto, el compromiso y la fidelidad como piedras angulares de un vínculo marital próspero. Desde la narrativa de la creación que destaca la compañía y la unidad en Génesis, hasta las instrucciones del apóstol Pablo sobre la sumisión mutua y el amor sacrificial en Efesios, estas Escrituras proporcionan un marco para comprender el diseño de Dios para el matrimonio. Reflexionando sobre estos versículos, las parejas pueden encontrar guía en navegar las alegrías y desafíos de la vida matrimonial, esforzándose continuamente por encarnar el amor semejante a Cristo y el compromiso inquebrantable. Ya sea buscando fuerza, sabiduría o propósito renovado, estos principios bíblicos ofrecen un camino hacia la construcción de un matrimonio que honra a Dios y refleja su amor inquebrantable. Abraza estas enseñanzas, aplícalas a tu relación y sé testigo del poder transformador de un matrimonio arraigado en la fe.