Versículos bíblicos sobre Encuentro
Versículos bíblicos sobre el Encuentro
Reunirse juntos, como revelan las Escrituras, trasciende la mera presencia física; es una oportunidad ordenada divinamente para el enriquecimiento espiritual y el aliento mutuo. A través del estudio de versos sobre reunirse, descubrimos la intención de Dios para que los creyentes se congreguen, no solo para adoración y aprendizaje, sino también para llevar las cargas unos de otros y afilar la fe unos de otros. Entender los principios bíblicos de reunirse nos permite cultivar conexiones más profundas dentro de nuestra comunidad, fomentando un ambiente donde el amor abunda, los dones espirituales se comparten, y el discernimiento colectivo nos guía más cerca de la voluntad de Dios. Abraza estos versos como una guía para transformar tus reuniones en encuentros poderosos con lo divino.
Versículos más útiles
Comienza tu estudio con estos pasajes cuidadosamente seleccionados
Volviendo pues ellos á sus hermanos en Sora y Esthaol, sus hermanos les dijeron: ¿Qué hay? y ellos respondieron:
Y salió el rey de Sodoma á recibirlo, cuando volvía de la derrota de Chêdorlaomer y de los reyes que con él estaban, al valle de Shave, que es el valle del Rey.
Y prestamente bajó su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y también á tus camellos daré á beber. Y bebí, y dió también de beber á mis camellos.
Scripture Passages
Porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el siervo había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y cubrióse.
Estando aún él hablando con ellos, Rachêl vino con el ganado de su padre, porque ella era la pastora.
Y él les dijo: ¿Tiene paz? Y ellos dijeron: Paz; y he aquí Rachêl su hija viene con el ganado.
Y sucedió que, como Jacob vió á Rachêl, hija de Labán hermano de su madre, y á las ovejas de Labán el hermano de su madre, llegóse Jacob, y removió la piedra de sobre la boca del pozo, y abrevó el ganado de Labán hermano de su madre.
Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te preguntare, diciendo: ¿De quién eres? ¿y adónde vas? ¿y para quién es esto que llevas delante de ti?
Y Esaú dijo: Dejaré ahora contigo de la gente que viene conmigo. Y él dijo: ¿Para qué esto? halle yo gracia en los ojos de mi señor.
Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto á él: y cuando los vió, salió corriendo de la puerta de su tienda á recibirlos, é inclinóse hacia la tierra,
Y Abraham se inclinó delante del pueblo de la tierra.
Rebeca también alzó sus ojos, y vió á Isaac, y descendió del camello;
Y oyendo Balac que Balaam venía, salió á recibirlo á la ciudad de Moab, que está junto al término de Arnón, que es el cabo de los confines.
Y trabando Samuel de Saúl y de su criado, metiólos en la sala, y dióles lugar á la cabecera de los convidados, que eran como unos treinta hombres.
Y VINO David á Nob, á Ahimelech sacerdote: y sorprendióse Ahimelech de su encuentro, y díjole: ¿Cómo tú solo, y nadie contigo?
Y sentándose sobre un asno descendió por una parte secreta del monte, y he aquí David y los suyos que venían frente á ella, y ella les fué al encuentro.
Y COMO David pasó un poco de la cumbre del monte, he aquí Siba, el criado de Mephi-boseth, que lo salía á recibir con un par de asnos enalbardados, y sobre ellos doscientos panes, y cien hilos de pasas, y cien panes de higos secos, y un cuero de vino.
Y la moza era de muy hermoso aspecto, virgen, á la que varón no había conocido; la cual descendió á la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.
Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Ruégote que me des á beber un poco de agua de tu cántaro.
LLEGARON, pues, los dos ángeles á Sodoma á la caída de la tarde: y Lot estaba sentado á la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, levantóse á recibirlos, é inclinóse hacia el suelo;
Entonces dijo Abraham á sus mozos: Esperaos aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos, y volveremos á vosotros.
Y fué que como vió el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía, Así me habló aquel hombre; vino á él: y he aquí que estaba junto á los camellos á la fuente.
E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto á un pozo de agua, á la hora de la tarde, á la hora en que salen las mozas por agua.
Y fuése Jehová, luego que acabó de hablar á Abraham: y Abraham se volvió á su lugar.
Y antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió á la fuente, y sacó agua; y le dije: Ruégote que me des á beber.
He aquí yo estoy junto á la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere por agua, á la cual dijere: Dame á beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro;
Y fué que como los camellos acabaron de beber, presentóle el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez:
Entonces dijo: Yo soy criado de Abraham;
Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera al hombre, á la fuente;
He aquí yo estoy junto á la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua:
Y pusiéronle delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.
Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma: y Abraham iba con ellos acompañándolos.
Y subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Jehová:
Levantóse entonces Rebeca y sus mozas, y subieron sobre los camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó á Rebeca, y fuése.
Y envió Jacob, y llamó á Rachêl y á Lea al campo á sus ovejas,
Y así que oyó Labán las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió á recibirlo, y abrazólo, y besólo, y trájole á su casa: y él contó á Labán todas estas cosas.
Entonces Hamor y Sichêm su hijo vinieron á la puerta de su ciudad, y hablaron á los varones de su ciudad, diciendo:
Y Esaú corrió á su encuentro, y abrazóle, y echóse sobre su cuello, y le besó; y lloraron.
Y él dijo: ¿Qué te propones con todas estas cuadrillas que he encontrado? Y él respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor.
Y JACOB se fué su camino, y saliéronle al encuentro ángeles de Dios.
Y dirigióse Hamor padre de Sichêm á Jacob, para hablar con él.
Y él pasó delante de ellos, é inclinóse á tierra siete veces, hasta que llegó á su hermano.
Entonces dirás: Presente es de tu siervo Jacob, que envía á mi señor Esaú; y he aquí también él viene tras nosotros.
La Biblia proporciona un tapiz rico de guía respecto a las reuniones, destacando su significancia en fomentar unidad, aliento y crecimiento espiritual. Desde consejos prácticos sobre comunicación respetuosa hasta el aliento de la oración colectiva y el discernimiento, estos versos enfatizan el poder de congregarse en el nombre de Dios. Ya sea un estudio bíblico en pequeño grupo, un servicio de iglesia o una conferencia de liderazgo, los principios permanecen consistentes: prioriza el amor, busca la sabiduría de Dios y esfuerzate por la edificación. Toma tiempo para reflexionar sobre estas Escrituras y considera cómo puedes contribuir activamente a reuniones más significativas e impactantes. Aplicando estos principios en nuestras interacciones, podemos transformar nuestras reuniones en oportunidades para conexión genuina, propósito compartido y, en última instancia, una relación más profunda con Dios y unos con otros. Que estos versos te inspiren a crear espacios donde todos sean escuchados, valorados y empoderados para crecer en la fe.