Versículos bíblicos sobre Paz
Versículos bíblicos sobre Paz
Sumérgete en el corazón de la promesa de Dios a través de estos versos sobre la paz. Más que solo la ausencia de conflicto, la paz bíblica, o Shalom, significa integridad, bienestar y una relación armoniosa con Dios y los demás. Comprender la paz a través de la Escritura revela su poder transformador para calmar nuestras ansiedades, guiar nuestras decisiones y empoderarnos para ser pacificadores en un mundo turbulento. Explora estos pasajes y descubre la profunda profundidad de la invitación de Dios a experimentar una paz verdadera y duradera que sobrepasa todo entendimiento. Que su palabra ilumine tu camino hacia la serenidad y la reconciliación.
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Llegáronse á Zorobabel, y á los cabezas de los padres, y dijéronles: Edificaremos con vosotros, porque como vosotros buscaremos á vuestro Dios, y á él sacrificamos desde los días de Esar-haddón rey de Asiria, que nos hizo subir aquí.
¿Confiarás tú en él, por ser grande su fortaleza, y le fiarás tu labor?
Y Jehová dió gracia al pueblo delante de los Egipcios, y prestáronles; y ellos despojaron á los Egipcios.
Scripture Passages
Y el sacerdote respondió: La espada de Goliath el Filisteo, que tú venciste en el valle del Alcornoque, está aquí envuelta en un velo detrás del ephod: si tú quieres tomarla, tómala: porque aquí no hay otra sino esa. Y dijo David: Ninguna como ella: dámela.
Trilla mía, y paja de mi era: os he dicho lo que oí de Jehová de los ejércitos, Dios de Israel.
Y á la parte del aquilón cortinas de cien codos: sus columnas veinte, con sus veinte basas de metal; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.
¿Naciste tú primero que Adam? ¿ó fuiste formado antes que los collados?
Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria.
Entonces vino á sus discípulos y díceles: Dormid ya, y descansad: he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.
En una nada habría yo derribado sus enemigos, y vuelto mi mano sobre sus adversarios.
Porque estoy como el odre al humo; mas no he olvidado tus estatutos.
Bendito de Sión Jehová, que mora en Jerusalem. Aleluya.
Desea el impío la red de los malos: mas la raíz de los justos dará fruto.
Sábado de reposo será á vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando á los nueve del mes en la tarde: de tarde á tarde holgaréis vuestro sábado.
También sobre su cama es castigado con dolor fuerte en todos sus huesos,
Todos los que están conmigo te saludan. Saluda á los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros. Amén. A Tito, el cual fué el primer obispo ordenado á la iglesia de los Cretenses, escrita de Nicópolis de Macedonia.
Gracia á vosotros y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Mas todas las cosas que no tienen aletas ni escamas en la mar y en los ríos, así de todo reptil de agua como de toda cosa viviente que está en las aguas, las tendréis en abominación.
Y tornando de Sarid hacia oriente, donde nace el sol al término de Chisiloth-tabor, sale á Dabrath, y sube á Japhia;
El sabio de corazón recibirá los mandamientos: mas el loco de labios caerá.
También una torta de pan, y una hojaldre amasada con aceite, y una lasaña del canastillo de los ázimos presentado á Jehová;
¿O sólo yo y Bernabé no tenemos potestad de no trabajar?
Entonces cantó Israel esta canción: Sube, oh pozo; á él cantad:
Y Elcana su marido le dijo: Anna, ¿por qué lloras? ¿y por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?
¡Oh si él me besara con ósculos de su boca! porque mejores son tus amores que el vino.
Sus manos, como anillos de oro engastados de jacintos: su vientre, como claro marfil cubierto de zafiros.
Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza en ti está.
Dichoso el que tú escogieres, é hicieres llegar á ti, para que habite en tus atrios: seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo.
No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová, y os ha escogido; porque vosotros erais los más pocos de todos los pueblos:
De manera que exhortamos á Tito, que como comenzó antes, así también acabe esta gracia entre vosotros también.
Antes me acordaré de ellos por el pacto antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto á los ojos de las gentes, para ser su Dios: Yo Jehová.
Y los que quedaren oirán, y temerán, y no volverán más á hacer una mala cosa como ésta, en medio de ti.
Bendito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu bestia, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón: pruébame y reconoce mis pensamientos:
Oyeme, Jacob, y tú, Israel, llamado de mí: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero.
Porque vean y conozcan, y adviertan y entiendan todos, que la mano de Jehová hace esto, y que el Santo de Israel lo crió.
Y en la ley Moisés nos mandó apedrear á las tales: tú pues, ¿qué dices?
Entonces los Fariseos le dijeron: Tú de ti mismo das testimonio: tu testimonio no es verdadero.
Besad al Hijo, porque no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.
Ponga Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, varón sobre la congregación,
Mas el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ése buscaréis, y allá iréis:
Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las gentes, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las gentes las teman.
No es como ellos la suerte de Jacob: porque él es el Hacedor de todo, é Israel es la vara de su herencia: Jehová de los ejércitos es su nombre.
Los versos de la Biblia sobre la paz ofrecen una comprensión atemporal y multifacética de la tranquilidad que se extiende mucho más allá de la ausencia de conflicto. Desde la paz interior regalada a través de la fe en Cristo hasta las relaciones armoniosas fomentadas por el amor y el perdón, estas escrituras iluminan un camino hacia la integridad. Nos recuerdan que la verdadera paz no es meramente circunstancial, sino un estado de ser cultivado a través de la dependencia de Dios, la obediencia a su palabra y la persecución activa de la reconciliación con los demás. Reflexionar sobre estos versos nos anima a examinar nuestros propios corazones, buscando eliminar fuentes de turbulencia interior y extendiendo gracia y compasión en nuestras interacciones. Que estas palabras nos inspiren a ser instrumentos de paz, difundiendo el amor de Dios y trabajando hacia un mundo caracterizado por justicia, empatía y esperanza inquebrantable.