Versículos bíblicos sobre Preparación

Al un lado cortinas de quince codos, sus tres columnas, y sus tres basas;

Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy fea traza; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en toda la tierra de Egipto en fealdad:

Y harás cincuenta lazadas en la orilla de la una cortina, al borde en la juntura, y cincuenta lazadas en la orilla de la segunda cortina en la otra juntura.

Y tomada provisión para el pueblo en sus manos, y sus bocinas, envió á todos los Israelitas cada uno á su tienda, y retuvo á aquellos trescientos hombres: y tenía el campo de Madián abajo en el valle.

El que enseña mis manos para la pelea, y da que con mis brazos quiebre el arco de acero.

Y partidos del monte de Gidgad, asentaron en Jotbatha.

Y harás los varales de madera de Sittim, y los cubrirás de oro.

Y llamóse aquel lugar Nahal-escol, por el racimo que cortaron de allí los hijos de Israel.

Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus intestinos.

Y el cuarto orden, un berilo, un onix, y un jaspe: cercadas y encajadas en sus engastes de oro.

Contarás los hijos de Merari por sus familias, por las casas de sus padres.

Y comenzaron á santificar el primero del mes primero, y á los ocho del mismo mes vinieron al pórtico de Jehová: y santificaron la casa de Jehová en ocho días, y en el dieciséis del mes primero acabaron.

Siete semanas te contarás: desde que comenzare la hoz en las mieses comenzarás á contarte las siete semanas.

Dijo aún Jehová á Moisés: Tómate aromas, estacte y uña olorosa y gálbano aromático é incienso limpio; de todo en igual peso:

Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo;

Y él dijo á sus hijos: Enalbardadme el asno. Y ellos le enalbardaron el asno, y subió en él.

Y díjole: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás fuera? yo he limpiado la casa, y el lugar para los camellos.

Y PARTIENDO de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, á los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto.

Y tomada provisión para el pueblo en sus manos, y sus bocinas, envió á todos los Israelitas cada uno á su tienda, y retuvo á aquellos trescientos hombres: y tenía el campo de Madián abajo en el valle.

Y las vacas flacas y feas devoraban á las siete primeras vacas gruesas:

Asimismo la mitra de lino fino, y los adornos de los chapeos (tiaras) de lino fino, y los pañetes de lino, de lino torcido;

Y estando ellos cerca de la grande peña que está en Gabaón, salióles Amasa al encuentro. Ahora bien, la vestidura que Joab tenía sobrepuesta estábale ceñida, y sobre ella el cinto de una daga pegada á sus lomos en su vaina, de la que así como él avanzó, cayóse aquélla.

David volvió á consultar á Dios, y Dios le dijo: No subas tras ellos, sino rodéalos, para venir á ellos por delante de los morales;

Mas los años contados vendrán, y yo iré el camino por donde no volveré.

Estarás pues tres días, y luego descenderás, y vendrás al lugar donde estabas escondido el día de trabajo, y esperarás junto á la piedra de Ezel;

De manera que las aguas corrían alrededor del altar; y había también henchido de agua la reguera.

Y el altar del holocausto y todos sus vasos, y la fuente y su basa;

Además lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así seréis limpios; y después entraréis en el campo.

Dijo aún Jehová á Moisés: Tómate aromas, estacte y uña olorosa y gálbano aromático é incienso limpio; de todo en igual peso:

He aquí vienen siete años de grande hartura en toda la tierra de Egipto:

Y pondrás las dos trenzas de oro en los dos anillos á las dos puntas del racional:

Durmióse de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas subían de una sola caña:

Envió pues por él, é introdújolo; el cual era rubio, de hermoso parecer y de bello aspecto. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, que éste es.

Entonces la veía él, y la manifestaba; preparóla y descubrióla también.

Y llegasteis á mí todos vosotros, y dijisteis: Enviemos varones delante de nosotros, que nos reconozcan la tierra y nos traigan de vuelta razón del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar.

Hizo también cuatro anillos de fundición á los cuatro cabos del enrejado de metal, para meter las varas.

Y partidos de Libna, asentaron en Rissa.

Y el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió José todo granero donde había, y vendía á los Egipcios; porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto.

Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente, con tu gloria y con tu majestad.

Y su hueste, con sus contados, cincuenta y cuatro mil y cuatrocientos: