Versículos bíblicos sobre Reflexión
Versículos bíblicos sobre la Reflexión
La Escritura nos invita al espacio sagrado de la reflexión, una práctica vital para el crecimiento espiritual. A través de la contemplación mindful de la Palabra de Dios, ganamos claridad, discernimos su voluntad y alineamos nuestros corazones con su propósito. La reflexión bíblica no es meramente morar en pensamientos, sino comprometerse activamente con la escritura para iluminar nuestro paisaje interior. Estos versos ofrecen guía, instándonos a examinar nuestras vidas a la luz de la verdad divina. Mientras meditamos en las enseñanzas de Dios, cultivamos sabiduría, fortalecemos nuestra fe y nos acercamos al poder transformador de su amor. Que estas escrituras sean un espejo que refleje la gracia de Dios y te guíe hacia una comprensión más profunda.
Versículos más útiles
Comienza tu estudio con estos pasajes cuidadosamente seleccionados
Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad;
La fiesta de los ázimos guardarás: siete días comerás por leudar, según te he mandado, en el tiempo del mes de Abib; porque en el mes de Abib saliste de Egipto.
Y Saalabín, y Ailón, y Jeth-la,
Scripture Passages
Al que hizo los cielos con entendimiento, porque para siempre es su misericordia.
Y haz desnudar á Aarón sus vestidos, y viste de ellos á Eleazar su hijo; porque Aarón será reunido á sus pueblos, y allí morirá.
Y los hijos de Zabulón: Sered, y Elón, y Jahleel.
Y vino Moisés, y recitó todas las palabras de este cántico á oídos del pueblo, él, y Josué hijo de Nun.
Pasando pues, caminaron, y púsoseles el sol junto á Gabaa, que era de Benjamín.
Y tornóse José á Egipto, él y sus hermanos, y todos los que subieron con él á sepultar á su padre, después que le hubo sepultado.
Y como ellos clamasen á Jehová, él puso oscuridad entre vosotros y los Egipcios, é hizo venir sobre ellos la mar, la cual los cubrió: y vuestros ojos vieron lo que hice en Egipto. Después estuvisteis muchos días en el desierto.
CIERTAMENTE bueno es Dios á Israel, á los limpios de corazón.
Y de los hijos de los sacerdotes: los hijos de Abaía, los hijos de Cos, los hijos de Barzillai, el cual tomó mujer de las hijas de Barzillai Galaadita, y fué llamado del nombre de ellas.
Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.
Príncipes también de Issachâr fueron con Débora; y como Issachâr, también Barac se puso á pie en el valle. De las divisiones de Rubén hubo grandes impresiones del corazón.
El un día emite palabra al otro día, y la una noche á la otra noche declara sabiduría.
Y los hijos de Judá vinieron á Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jephone Cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo á Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante á mí y á ti.
El tabernáculo del testimonio, y el arca del testimonio, y la cubierta que está sobre ella, y todos los vasos del tabernáculo;
Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Emath.
Y dijo Abimelech á Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte?
Los hijos de Addin, seiscientos cincuenta y cinco;
El crisol para la plata, y la hornaza para el oro: mas Jehová prueba los corazones.
Y las familias de Chîriath-jearim fueron los Ithreos, y los Phuteos, y los Samatheos, y los Misraiteos; de los cuales salieron los Soratitas, y los Estaolitas.
Y vino un varón de Dios á Eli, y díjole: Así ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente á la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón?
Oid, sabios, mis palabras; y vosotros, doctos, estadme atentos.
Y era Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer á Rebeca, hija de Bethuel Arameo de Padan-aram, hermana de Labán Arameo.
Y tuvo Gedeón setenta hijos que salieron de su muslo, porque tuvo muchas mujeres.
El quinto, Sephatías, de Abithal; el sexto, Itream, de Egla su mujer.
Estas son las cabezas de las familias de sus padres. Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel: Hanoch y Phallú, Hezrón y Carmi: estas son las familias de Rubén.
De Simeón, Selumiel hijo de Zurisaddai.
Y el ixio, y el buitre, y el milano según su especie,
No discurras en tu corazón cuando Jehová tu Dios los habrá echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha metido Jehová á poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas gentes Jehová las echa de delante de ti.
Porque si viviere aquél mil años dos veces, si no ha gozado del bien, cierto todos van á un lugar.
Y aconteció que, estando ellos á la mesa, fué palabra de Jehová al profeta que le había hecho volver;
Y durmió Roboam con sus padres, y fué sepultado en la ciudad de David: y reinó en su lugar Abías su hijo.
Tú empero eres nuestro padre, si bien Abraham nos ignora, é Israel no nos conoce: tú, oh Jehová, eres nuestro padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre.
Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo ensalzado; y será abatido:
Y murió Adad, y en su lugar reinó Samla, de Masreca.
El echa su hielo como pedazos: delante de su frío ¿quién estará?
Estos fueron los hijos de Zilpa, la que Labán dió á su hija Lea, y parió estos á Jacob; todas diez y seis almas.
Y los hijos de Nephtalí: Jahzeel, y Guni, y Jezer, y Shillem.
Lo demás de los hechos de Achâb, y todas las cosas que ejecutó, y la casa de marfil que hizo, y todas las ciudades que edificó, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
Cuando él hizo ley á la lluvia, y camino al relámpago de los truenos;
En el mes segundo, á los catorce días del mes, entre las dos tardes, la harán: con cenceñas y hierbas amargas la comerán;
Reflexionar sobre la Escritura es como sostener un espejo ante el alma, permitiendo que la verdad de Dios ilumine nuestros pensamientos, motivaciones y acciones más íntimos. Los versos explorados destacan las diversas facetas de la reflexión, desde meditar en la ley de Dios para el crecimiento espiritual hasta examinar nuestra conciencia para el arrepentimiento y la corrección moral. Subrayan la importancia de la introspección intencional, instándonos a ir más allá de las observaciones superficiales y adentrarnos en las profundidades de nuestro ser. A través del autoexamen diligente guiado por el Espíritu Santo y la Palabra inmutable, podemos identificar áreas que necesitan refinamiento, cultivar humildad y, en última instancia, acercarnos más a Dios. Abrazar una vida de reflexión, por lo tanto, no es meramente un ejercicio de autoconocimiento, sino un camino hacia la transformación espiritual, permitiéndonos vivir de manera más auténtica y con propósito en alineación con la voluntad de Dios. Que estos versos sirvan como un recordatorio constante para pausar, ponderar y permitir que la luz de Dios permee cada rincón de nuestras vidas.