Versículos bíblicos sobre Reverencia
Versículos bíblicos sobre Reverencia
La reverencia, una piedra angular de la fe, nos invita a una relación más profunda con lo Divino. A través de las Escrituras, descubrimos que la reverencia no es meramente temor, sino un profundo respeto, asombro y amor por la santidad y el poder de Dios. Entender la reverencia cultiva la humildad, guiando nuestras acciones y palabras para reflejar Su gloria. Al estudiar los versículos bíblicos sobre este tema, aprendemos a acercarnos a la presencia de Dios con un corazón preparado para escuchar, obedecer y adorar. Que estas Escrituras iluminen tu camino hacia una vida más reverente, enriqueciendo tu viaje espiritual y atrayéndote más cerca del corazón de Dios.
Versículos más útiles
Comienza tu estudio con estos pasajes cuidadosamente seleccionados
Mis sábados guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia: Yo Jehová.
Y que Jacob había obedecido á su padre y á su madre, y se había ido á Padan-aram.
Y Seba, escriba; y Sadoc y Abiathar, sacerdotes; é Ira Jaireo fué un jefe principal cerca de David.
Scripture Passages
He aquí lo he hecho conforme á tus palabras: he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no haya habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.
He aquí que el Señor Jehová vendrá con fortaleza, y su brazo se enseñoreará: he aquí que su salario viene con él, y su obra delante de su rostro.
Y él fué, y halló su cuerpo tendido en el camino, y el asno y el león estaban junto al cuerpo: el león no había comido el cuerpo, ni dañado al asno.
Los contados de ellos, de la tribu de Aser, cuarenta y un mil y quinientos.
De Sión, perfección de hermosura, ha Dios resplandecido.
He aquí yo he codiciado tus mandamientos: vivifícame en tu justicia.
De Hilcías, Hasabías; de Jedaías, Nathanael.
Cada día de sábado lo pondrá de continuo en orden delante de Jehová, de los hijos de Israel por pacto sempiterno.
Y edificarás allí altar á Jehová tu Dios, altar de piedras: no alzarás sobre ellas hierro.
Por tanto, he aquí que nuevamente excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la prudencia de sus prudentes.
Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí; para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fué formado Dios, ni lo será después de mí.
Porque eres pueblo santo á Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo singular de entre todos los pueblos que están sobre la haz de la tierra.
Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto á ti orando á Jehová.
Y Jonathán dijo á David: Vete en paz, que ambos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová sea entre mí y ti, entre mi simiente y la simiente tuya, para siempre. Y él se levantó y fuése: y Jonathán se entró en la ciudad.
Y Balaam respondió á Balac: He aquí yo he venido á ti: mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré.
Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, (Selah,)
Hazme entender el camino de tus mandamientos, y hablaré de tus maravillas.
A la parte del occidente cortinas de cincuenta codos: sus columnas diez, y sus diez basas; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.
Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte delante de mi señor el rey, y tú pusiste á tu siervo entre los convidados de tu mesa. ¿Qué derecho pues tengo aún para quejarme más contra el rey?
Y respondió Ittai al rey, diciendo: Vive Dios, y vive mi señor el rey, que, ó para muerte ó para vida, donde mi señor el rey estuviere, allí estará también tu siervo.
Porque de la santa ciudad se nombran, y en el Dios de Israel confían: su nombre, Jehová de los ejércitos.
Pues haces frente á Dios con tu espíritu, y sacas tales palabras de tu boca?
Y porque alzando tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, no seas incitado, y te inclines á ellos, y les sirvas; que Jehová tu Dios los ha concedido á todos los pueblos debajo de todos los cielos.
El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Júntame el pueblo, para que yo les haga oir mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra: y las enseñarán á sus hijos;
Y no des de tu simiente para hacerla pasar por el fuego á Moloch; no contamines el nombre de tu Dios: Yo Jehová.
Y calderos, y paletas, y cuencos; y todos los vasos que Hiram hizo al rey Salomón, para la casa de Jehová, de metal acicalado.
Y circuncidó Abraham á su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado.
Y los hijos de Gersón: Libni, y Shimi, por sus familias.
De los hijos de Phares fué él jefe de todos los capitanes de las compañías del primer mes.
Cada uno temerá á su madre y á su padre, y mis sábados guardaréis: Yo Jehová vuestro Dios.
Mi carne se ha extremecido por temor de ti; y de tus juicios tengo miedo.
Y ellos respondieron á Josué, y dijeron: Como fué dado á entender á tus siervos, que Jehová tu Dios había mandado á Moisés su siervo que os había de dar toda la tierra, y que había de destruir todos los moradores de la tierra delante de vosotros, por esto temimos en gran manera de vosotros por nuestras vidas, é hicimos esto.
Tú empero eres nuestro padre, si bien Abraham nos ignora, é Israel no nos conoce: tú, oh Jehová, eres nuestro padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre.
Y los Filisteos tuvieron miedo, porque decían: Ha venido Dios al campo. Y dijeron: ¡Ay de nosotros! pues antes de ahora no fué así.
Y el presente de ellos, de flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada becerro, dos décimas con cada carnero,
Y ofreceréis holocausto por olor de suavidad á Jehová, un becerro de la vacada, un carnero, siete corderos de un año sin defecto;
No darás oído á las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños: porque Jehová vuestro Dios os prueba, para saber si amáis á Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.
(Después partieron los hijos de Israel de Beerot-bene-jacaam á Moserá: allí murió Aarón, y allí fué sepultado; y en lugar suyo tuvo el sacerdocio su hijo Eleazar.
Y Jehová dijo á Moisés: Extiende tu mano sobre la mar, para que las aguas vuelvan sobre los Egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.
De los hijos de Pahath-moab, Elioenai, hijo de Zarahi, y con él doscientos varones;
En conclusión, los versículos bíblicos explorados destacan la naturaleza multifacética de la reverencia. Abarca el asombro ante el poder y la santidad de Dios, el respeto por Su nombre y Su palabra, la obediencia a Sus mandamientos y el servicio amoroso a los demás creados a Su imagen. Estos versículos revelan colectivamente que la reverencia no es una emoción pasiva, sino una orientación activa del corazón y la vida hacia Dios. Transforma nuestra perspectiva, moldeando nuestras acciones y relaciones. Reflexionar sobre estos principios fomenta un cultivo consciente de la reverencia en nuestras vidas diarias. Anclándonos en la humildad, la gratitud y una profunda conciencia de la presencia de Dios, podemos crecer continuamente en reverencia, permitiendo que impregne cada faceta de nuestra existencia, atrayéndonos más cerca de Él e iluminando el camino de la rectitud.