Versículos bíblicos sobre Siervo
Versículos bíblicos sobre el siervo
Comprender el concepto de 'siervo' a través de la Escritura desbloquea un camino profundo hacia el crecimiento espiritual. La Biblia revela que la verdadera grandeza no radica en el poder terrenal, sino en el servicio desinteresado a Dios y a los demás. Examinar estos versículos ilumina el corazón de Cristo, quien encarnó el servicio perfecto. Al estudiar estos pasajes, podemos aprender a ofrecer humildemente nuestros dones y talentos para el beneficio de la humanidad, reflejando el ejemplo de Jesús. Abrazar el rol de un siervo cultiva empatía, compasión y una conexión más profunda con lo divino, llevándonos hacia una vida más significativa y orientada a un propósito alineado con la voluntad de Dios.
Versículos más útiles
Comienza tu estudio con estos pasajes cuidadosamente seleccionados
Ella entonces bajando su rostro inclinóse á tierra, y díjole: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que tú me reconozcas, siendo yo extranjera?
Y él dijo: Rey señor mío, mi siervo me ha engañado; pues había tu siervo dicho: Enalbardaré un asno, y subiré en él, é iré al rey; porque tu siervo es cojo.
Asimismo, antes de quemar el sebo, venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que ase para el sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda.
Scripture Passages
Llamando pues Eli á Samuel, díjole: Hijo mío, Samuel. Y él respondió: Heme aquí.
Y habíanse perdido las asnas de Cis, padre de Saúl; por lo que dijo Cis á Saúl su hijo: Toma ahora contigo alguno de los criados, y levántate, y ve á buscar las asnas.
Y él le dijo: Ruégote me des á beber una poca de agua, que tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y dióle de beber, y tornóle á cubrir.
Llamé á mi siervo, y no respondió; de mi propia boca le suplicaba.
Y Jehová me habló, diciendo:
Y el varón se engrandeció, y fué adelantando y engrandeciéndose, hasta hacerse muy poderoso:
Como se pasmaron de ti muchos, en tanta manera fué desfigurado de los hombres su parecer; y su hermosura más que la de los hijos de los hombres.
Mas Barzillai dijo al rey: ¿Cuántos son los días del tiempo de mi vida, para que yo suba con el rey á Jerusalem?
De los treinta fué el más aventajado; pero no llegó á los tres primeros. Y púsolo David en su consejo.
Mas hizo ahorcar al principal de los panaderos, como le había declarado José.
Cumple la semana de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio que hicieres conmigo otros siete años.
Y yo dije: ¡Ah! ¡ah! ¡Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
Nunca digas: ¿Qué es la causa que los tiempos pasados fueron mejores que éstos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría.
¿Quién hay entre vosotros que teme á Jehová, y oye la voz de su siervo? el que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.
Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dió, diciéndome: Porque no vayas vacía á tu suegra.
Que despierta la palabra de su siervo, y cumple el consejo de sus mensajeros; que dice á Jerusalem: Serás habitada; y á las ciudades de Judá: Reedificadas serán, y sus ruinas levantaré;
Y un tío de Saúl dijo á él y á su criado: ¿Dónde fuisteis? Y él respondió: A buscar las asnas; y como vimos que no parecían, fuimos á Samuel.
Y Saúl respondió á su criado: Vamos ahora: ¿mas qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se ha acabado, y no tenemos qué presentar al varón de Dios: ¿qué tenemos?
Entonces tornó el criado á responder á Saúl, diciendo: He aquí se halla en mi mano la cuarta parte de un siclo de plata: esto daré al varón de Dios, porque nos declare nuestro camino.
Y envió el rey David, y tomólo de casa de Machîr hijo de Amiel, de Lodebar.
También dije entonces al pueblo: Cada uno con su criado se quede dentro de Jerusalem, y hágannos de noche centinela, y de día á la obra.
Que has guardado á tu siervo David mi padre lo que le dijiste: dijístelo con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como aparece este día.
Oye pues la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oraren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu habitación, desde los cielos: que oigas y perdones.
Ahora pues, oh Dios de Israel, verifíquese tu palabra que dijiste á tu siervo David mi padre.
Y Saúl envió mensajeros á Isaí, diciendo: Envíame á David tu hijo, el que está con las ovejas.
Ahora pues, dirás así á mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé de la majada, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel;
Y un tío de Saúl dijo á él y á su criado: ¿Dónde fuisteis? Y él respondió: A buscar las asnas; y como vimos que no parecían, fuimos á Samuel.
Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fué la doncella, y llamó á la madre del niño;
Y como yo me levanté por la mañana para dar el pecho á mi hijo, he aquí que estaba muerto: mas observéle por la mañana, y vi que no era mi hijo, que yo había parido.
Y vió que el descanso era bueno, y que la tierra era deleitosa; y bajó su hombro para llevar, y sirvió en tributo.
Atravesó después la barca para pasar la familia del rey, y para hacer lo que le pluguiera. Entonces Semei hijo de Gera se postró delante del rey cuando él había pasado el Jordán.
Muchos hombres publican cada uno su liberalidad: mas hombre de verdad, ¿quién lo hallará?
Mas si yo dijere al mozo así: He allí las saetas más allá de ti: vete, porque Jehová te ha enviado.
Y levantándose luego Abigail con cinco mozas que la seguían, montóse en un asno, y siguió los mensajeros de David, y fué su mujer.
Os mostraré pues ahora lo que haré yo á mi viña: Quitaréle su vallado, y será para ser consumida; aportillaré su cerca, y será para ser hollada;
Fuera estarás, y el hombre á quien prestaste, te sacará afuera la prenda.
ZAIN. Acuérdate de la palabra dada á tu siervo, en la cual me has hecho esperar.
Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.
Y como Ahías oyó el sonido de sus pies cuando entraba por la puerta, dijo: Entra, mujer de Jeroboam; ¿por qué te finges otra? empero yo soy enviado á ti con revelación dura.
Y Joab se postró en tierra sobre su rostro, é hizo reverencia, y después que bendijo al rey, dijo: Hoy ha entendido tu siervo que he hallado gracia en tus ojos, rey señor mío; pues que ha hecho el rey lo que su siervo ha dicho.
Los versículos de la Biblia sobre el servicio consistentemente apuntan a una redefinición radical del poder y el propósito. Desde profecías del Antiguo Testamento que prefiguran el sufrimiento de Cristo hasta los ejemplos del Nuevo Testamento de Jesús lavando los pies de sus discípulos y las exhortaciones de Pablo a la humildad, el mensaje general es claro: la verdadera grandeza no radica en la dominación, sino en el servicio desinteresado a los demás. Estos versículos nos desafían a examinar nuestros propios corazones y motivaciones. ¿Estamos buscando ser servidos, o estamos buscando activamente formas de satisfacer las necesidades de aquellos que nos rodean? Reflexiona sobre la vida de Jesús, el siervo supremo, y considera cómo puedes encarnar su ejemplo en tu vida diaria. Abrazar el servicio no es una señal de debilidad, sino un testimonio poderoso del amor de Cristo, transformando nuestras relaciones e impactando el mundo para bien. Esforcémonos por vivir como siervos fieles, reflejando la gracia y la compasión de Dios a todos.