Versículos bíblicos sobre Herencia Espiritual
Versículos bíblicos sobre Herencia Espiritual
Descubre el tesoro ilimitado de tu herencia espiritual a través de la lente iluminadora de las Escrituras. Comprender nuestra herencia como hijos de Dios transforma nuestra perspectiva, alimentando esperanza y propósito. Explora versículos que revelan las riquezas otorgadas a nosotros a través de Cristo – un legado que supera con creces las posesiones terrenales. Estos pasajes revelan la adopción en la familia de Dios, el acceso a Su poder divino y un hogar eterno en Su reino. Que la Palabra te guíe para captar plenamente la magnitud de tu herencia espiritual, empoderándote para vivir una vida digna del llamado que has recibido y reclamar las bendiciones compradas para ti a través de la fe.
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Empero mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y cumplió de ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su simiente la recibirá en heredad.
Y hablaba Jehová á Moisés cara á cara, como habla cualquiera á su compañero. Y volvíase al campo; mas el joven Josué, su criado, hijo de Nun, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.
Empero á vosotros os he dicho: Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y yo os la daré para que la poseáis por heredad, tierra que fluye leche y miel: Yo Jehová vuestro Dios, que os he apartado de los pueblos.
Scripture Passages
Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán, para ser vuestro Dios.
Sino que cuando saliere en el jubileo, la tierra será santa á Jehová, como tierra consagrada: la posesión de ella será del sacerdote.
Y haz desnudar á Aarón sus vestidos, y viste de ellos á Eleazar su hijo; porque Aarón será reunido á sus pueblos, y allí morirá.
Y Jehová dijo á Moisés: Toma á Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él;
Empero mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y cumplió de ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su simiente la recibirá en heredad.
Y Jehová dijo á Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte: Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.
Los hijos que nacieren de ellos, á la tercera generación entrarán en la congregación de Jehová.
Porque ¿qué galardón me daría de arriba Dios, y qué heredad el Omnipotente de las alturas?
Levántate, ve por la tierra á lo largo de ella y á su ancho; porque á ti la tengo de dar.
Porque toda la tierra que ves, la daré á ti y á tu simiente para siempre.
Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la tengo de heredar?
Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy á morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?
Y la tierra que yo he dado á Abraham y á Isaac, la daré á ti: y á tu simiente después de ti daré la tierra.
Y hablaba Jehová á Moisés cara á cara, como habla cualquiera á su compañero. Y volvíase al campo; mas el joven Josué, su criado, hijo de Nun, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.
Empero á vosotros os he dicho: Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y yo os la daré para que la poseáis por heredad, tierra que fluye leche y miel: Yo Jehová vuestro Dios, que os he apartado de los pueblos.
Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán, para ser vuestro Dios.
Sino que cuando saliere en el jubileo, la tierra será santa á Jehová, como tierra consagrada: la posesión de ella será del sacerdote.
Y haz desnudar á Aarón sus vestidos, y viste de ellos á Eleazar su hijo; porque Aarón será reunido á sus pueblos, y allí morirá.
Y Jehová dijo á Moisés: Toma á Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él;
Mirad, yo he dado la tierra en vuestra presencia; entrad y poseed la tierra que Jehová juró á vuestros padres Abraham, Isaac, y Jacob, que les daría á ellos y á su simiente después de ellos.
No volveremos á nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad.
Y sea el país sojuzgado delante de Jehová; luego volveréis, y seréis libres de culpa para con Jehová, y para con Israel; y esta tierra será vuestra en heredad delante de Jehová.
Y tú estáte aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos, y estatutos, y derechos, que les has de enseñar, á fin que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy para poseerla.
Así que yo voy á morir en esta tierra; y no paso el Jordán: mas vosotros pasaréis, y poseeréis aquella buena tierra.
Andad en todo camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis, y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.
A mí también me mandó Jehová entonces enseñaros los estatutos y derechos, para que los pusieseis por obra en la tierra á la cual pasáis para poseerla.
Mirad, yo os he enseñado estatutos y derechos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para poseerla.
Porque vosotros pasáis el Jordán, para ir á poseer la tierra que os da Jehová vuestro Dios; y la poseeréis, y habitaréis en ella.
Por lo cual Leví no tuvo parte ni heredad con sus hermanos: Jehová es su heredad, como Jehová tu Dios le dijo.)
Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, porque te vaya bien á ti y á tus hijos después de ti para siempre, cuando hicieres lo bueno y lo recto en los ojos de Jehová tu Dios.
Y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hubieres pasado para entrar en la tierra que Jehová tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho.
Y llegarás al sacerdote que fuere en aquellos días, y le dirás: Reconozco hoy á Jehová tu Dios que he entrado en la tierra que juró Jehová á nuestros padres que nos había de dar.
Y SERÁ que, cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad, y la poseyeres, y habitares en ella;
No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos: Jehová es su heredad, como él les ha dicho.
Porque yo te mando hoy que ames á Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos y sus estatutos y sus derechos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra á la cual entras para poseerla.
Y Jehová dijo á Moisés: He aquí se han acercado tus días para que mueras: llama á Josué, y esperad en el tabernáculo del testimonio, y le mandaré. Fueron pues Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo del testimonio.
Y te convirtieres á Jehová tu Dios, y obedecieres á su voz conforme á todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,
Porque la parte de Jehová es su pueblo; Jacob la cuerda de su heredad.
Y Josué hijo de Nun fué lleno de espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él: y los hijos de Israel le obedecieron, é hicieron como Jehová mandó á Moisés.
Y díjole Jehová: Esta es la tierra de que juré á Abraham, á Isaac, y á Jacob, diciendo: A tu simiente la daré. Hétela hecho ver con tus ojos, mas no pasarás allá.
Los versículos de la Biblia sobre herencia espiritual pintan un cuadro vibrante de la generosidad ilimitada de Dios. Desde la promesa de vida eterna hasta las riquezas de la gracia, la justicia y un lugar en la familia de Dios, estas Escrituras revelan los increíbles tesoros otorgados a los creyentes a través de la fe en Jesucristo. Esta herencia no se gana, sino que se da libremente, un testimonio del amor incondicional de Dios y Su compromiso con Sus hijos. Meditar en estos versículos nos anima a vivir a la luz de nuestro privilegio, reconociendo el profundo valor de nuestro derecho espiritual de nacimiento. Busquemos diariamente cultivar las virtudes de nuestra herencia – amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, gentileza y dominio propio – y caminemos dignos del llamado que hemos recibido, impactando el mundo a nuestro alrededor con el poder transformador de nuestra herencia espiritual.