Versículos bíblicos sobre Diezmos
Versículos bíblicos sobre los Diezmos
Explorar lo que dice la Biblia sobre el diezmo abre un camino para entender la provisión de Dios y nuestro rol en su economía divina. Es más que una simple obligación financiera; es un acto de adoración, una demostración de confianza y un reconocimiento de que todo lo que poseemos proviene de Él. Al estudiar estos versículos, obtenemos perspectivas sobre las bendiciones prometidas a aquellos que honran a Dios con sus primicias y somos animados a examinar nuestros corazones, asegurándonos de que nuestra ofrenda nazca de la gratitud y el deseo de avanzar su reino. Que estas Escrituras iluminen tu comprensión e inspiren un espíritu de generosidad y mayordomía fiel.
Versículos más útiles
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Y si fuere de cinco años hasta veinte, tu estimación será respecto al varón veinte siclos, y á la hembra diez siclos.
Y si fuere animal de que se ofrece ofrenda á Jehová, todo lo que se diere de él á Jehová será santo.
Así hablarás á los Levitas, y les dirás: Cuando tomareis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida á Jehová el diezmo de los diezmos.
Scripture Passages
Y les dirás: Cuando ofreciereis lo mejor de ellos, será contado á los Levitas por fruto de la era, y como fruto del lagar.
Cuando hubieres acabado de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al Levita, al extranjero, al huérfano y á la viuda; y comerán en tus villas, y se saciarán.
Diezmará también vuestro rebaño, y seréis sus siervos.
Los cuales vinieron á Hilcías, gran sacerdote, y dieron el dinero que había sido metido en la casa de Jehová, que los Levitas que guardaban la puerta habían recogido de mano de Manasés y de Ephraim y de todas las reliquias de Israel, y de todo Judá y Benjamín, habiéndose después vuelto á Jerusalem.
Y en aquel día fueron puestos varones sobre las cámaras de los tesoros, de las ofrendas, de las primicias, y de los diezmos, para juntar en ellas, de los campos de las ciudades, las porciones legales para los sacerdotes y Levitas: porque era grande el gozo de Judá con respecto á los sacerdotes y Levitas que asistían.
Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda á Jehová.
Que desde un hilo hasta la correa de un calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, porque no digas: Yo enriquecí á Abram:
Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y oro.
Y bendito sea el Dios alto, que entregó tus enemigos en tu mano. Y dióle Abram los diezmos de todo.
Y Jehová ha bendecido mucho á mi amo, y él se ha engrandecido: y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
Y sembró Isaac en aquella tierra, y halló aquel año ciento por uno: y bendíjole Jehová.
Y acreció el varón muy mucho, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.
Y MANDÓ José al mayordomo de su casa, diciendo: Hinche los costales de aquestos varones de alimentos, cuanto pudieren llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal:
De un talento de oro fino lo harás, con todos estos vasos.
Santifícame todo primogénito, cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales: mío es.
Y un gomer es la décima parte del epha.
Harás pasar á Jehová todo lo que abriere la matriz, asimismo todo primerizo que abriere la matriz de tus animales: los machos serán de Jehová.
HARÁS también altar de madera de Sittim de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura: será cuadrado el altar, y su altura de tres codos.
No dilatarás la primicia de tu cosecha, ni de tu licor: me darás el primogénito de tus hijos.
Di á los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda: de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda.
Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás á la casa de Jehová tu Dios. No guisarás el cabrito con la leche de su madre.
Y esta es la ofrenda que tomaréis de ellos: Oro, y plata, y cobre,
Harás también sus platos, y sus cucharas, y sus cubiertas, y sus tazones, con que se libará: de oro fino los harás.
Así harás con el de tu buey y de tu oveja: siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás.
Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá de medio siclo, cuando dieren la ofrenda á Jehová para hacer expiación por vuestras personas.
Todo lo que abre matriz, mío es; y de tu ganado todo primerizo de vaca ó de oveja que fuere macho.
Y tomarás el pecho del carnero de las consagraciones, que fué inmolado para la de Aarón, y lo mecerás por ofrenda agitada delante de Jehová; y será porción tuya.
Esto dará cualquiera que pasare por la cuenta, medio siclo conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte óbolos: la mitad de un siclo será la ofrenda á Jehová.
Cualquiera que pasare por la cuenta, de veinte años arriba, dará la ofrenda á Jehová.
Además una décima parte de un epha de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite molido: y la libación será la cuarta parte de un hin de vino con cada cordero.
Y la plata de los contados de la congregación fué cien talentos, y mil setecientos setenta y cinco siclos, según el siclo del santuario:
Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová: todo liberal de corazón la traerá á Jehová: oro, plata, metal;
Cualquiera que ofrecía ofrenda de plata ó de metal, traía á Jehová la ofrenda: y todo el que se hallaba con madera de Sittim, traíala para toda la obra del servicio.
Las cortinas del atrio, y sus columnas, y sus basas, y el pabellón para la puerta del atrio, y sus cuerdas, y sus estacas, y todos los vasos del servicio del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio;
Medio por cabeza, medio siclo, según el siclo del santuario, á todos los que pasaron por cuenta de edad de veinte años y arriba, que fueron seiscientos tres mil quinientos cincuenta.
Y vinieron así hombres como mujeres, todo voluntario de corazón, y trajeron cadenas y zarcillos, sortijas y brazaletes, y toda joya de oro; y cualquiera ofrecía ofrenda de oro á Jehová.
Y hablaron á Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que es menester para la atención de hacer la obra que Jehová ha mandado que se haga.
De los hijos de Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón voluntario para traer para toda la obra, que Jehová había mandado por medio de Moisés que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria á Jehová.
Y el metal de la ofrenda fué setenta talentos, y dos mil cuatrocientos siclos;
Y tomaron de delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, á fin de hacerla. Y ellos le traían aún ofrenda voluntaria cada mañana.
Los versículos bíblicos explorados aquí pintan un cuadro completo del diezmo, revelando sus raíces históricas en honrar a Dios con los primeros frutos del trabajo de uno. Desde las claras directivas de Levítico hasta el desafío directo de Malaquías y las enseñanzas matizadas de Jesús en el Nuevo Testamento, el concepto del diezmo emerge como más que una obligación financiera. Es un acto de adoración, una expresión tangible de gratitud y un testimonio de la provisión de Dios. Aunque las interpretaciones y aplicaciones pueden variar entre denominaciones y convicciones personales, reflexionar sobre estos versículos invita a la introspección. Considera cómo puedes priorizar a Dios en tu vida financiera, reconociendo que todo lo que tienes es un regalo. Ya sea a través del diezmo tradicional u otras formas de ofrenda generosa, recuerda que el corazón detrás de la ofrenda es lo que verdaderamente importa, reflejando una vida de fe, confianza y obediencia a los principios de Dios.