Versículos bíblicos sobre Mujeres en la Biblia
Versículos bíblicos sobre las Mujeres en la Biblia
Descubre la fuerza, la sabiduría y la fe inquebrantable de las mujeres tejidas a lo largo del tapiz de la Biblia. Al explorar las escrituras relacionadas con estas figuras notables, obtenemos profundas percepciones sobre el plan intrincado de Dios y los roles vitales que las mujeres han jugado en la historia de la salvación. Sus historias de coraje, resiliencia y devoción ofrecen lecciones atemporales, desafiándonos a reconocer y celebrar el valor inherente y los dones espirituales dentro de cada mujer. Mientras profundizamos en estos versos, que seamos inspirados para abrazar nuestro propio potencial, profundizar nuestra conexión con lo divino y abogar por la causa de la rectitud con convicción inquebrantable.
Versículos más útiles
Comienza tu estudio con estos pasajes cuidadosamente seleccionados
Y su concubina, que se llamaba Reúma, parió también á Teba, y á Gaham, y á Taas, y á Maachâ.
Y respondió Rachêl y Lea, y dijéronle: ¿Tenemos ya parte ni heredad en la casa de nuestro padre?
Y FUÉ la vida de Sara ciento veintisiete años: tantos fueron los años de la vida de Sara.
Scripture Passages
Entonces dejaron ir á Rebeca su hermana, y á su nodriza, y al criado de Abraham y á sus hombres.
Mas Sarai fué estéril, y no tenía hijo.
Y sacó el criado vasos de plata, y vasos de oro y vestidos, y dió á Rebeca: también dió cosas preciosas á su hermano y á su madre.
Y vió Sara al hijo de Agar la Egipcia, el cual había ésta parido á Abraham, que se burlaba.
Y fué que como vió el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía, Así me habló aquel hombre; vino á él: y he aquí que estaba junto á los camellos á la fuente.
Y la moza corrió, é hizo saber en casa de su madre estas cosas.
Y concibieron las dos hijas de Lot, de su padre.
Ven, demos á beber vino á nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre generación.
Y la moza era de muy hermoso aspecto, virgen, á la que varón no había conocido; la cual descendió á la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.
Y ella respondió: Soy hija de Bethuel, hijo de Milca, el cual parió ella á Nachôr.
Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó mujer de la tierra de Egipto.
Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reir, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.
Y dieron á beber vino á su padre también aquella noche: y levantóse la menor, y durmió con él; pero no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó.
Rióse, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?
Entonces respondió su hermano y su madre: Espere la moza con nosotros á lo menos diez días, y después irá.
Y bendijeron á Rebeca, y dijéronle: Nuestra hermana eres; seas en millares de millares, y tu generación posea la puerta de sus enemigos.
Y dió Labán á Rachêl su hija por criada á su sierva Bilha.
E hizo Jacob así, y cumplió la semana de aquélla: y él le dió á Rachêl su hija por mujer.
Y Jacob dijo á Rachêl como él era hermano de su padre, y como era hijo de Rebeca: y ella corrió, y dió las nuevas á su padre.
Y concibió Lea, y parió un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ya que ha mirado Jehová mi aflicción; ahora por tanto me amará mi marido.
Y oyó Dios á Lea: y concibió, y parió á Jacob el quinto hijo.
Y él les dijo: ¿Tiene paz? Y ellos dijeron: Paz; y he aquí Rachêl su hija viene con el ganado.
Y concibió otra vez Bilha, la sierva de Rachêl, y parió el hijo segundo á Jacob.
Estos fueron los hijos de Aholibama, mujer de Esaú, hija de Ana, que fué hija de Zibeón: ella parió á Esaú á Jeús, Jaalam, y Cora.
Y á Basemath, hija de Ismael, hermana de Navaioth.
Y fué dado aviso á Thamar, diciendo: He aquí tu suegro sube á Timnath á trasquilar sus ovejas.
Y vió allí Judá la hija de un hombre Cananeo, el cual se llamaba Súa; y tomóla, y entró á ella:
Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá como suelen salir los siervos.
Y tomó Jethro, suegro de Moisés, á Séphora la mujer de Moisés, después que él la envió,
Y dijo á Moisés: Yo tu suegro Jethro vengo á ti, con tu mujer, y sus dos hijos con ella.
Si le tomare otra, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el débito conyugal.
Y todas las mujeres cuyo corazón las levantó en sabiduría, hilaron pelos de cabras.
Y la mujer, cuando siguiere el flujo de su sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, ó cuando tuviere flujo de sangre más de su costumbre; todo el tiempo del flujo de su inmundicia, será inmunda como en los días de su costumbre.
Y LLEGARON los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y asentó el pueblo en Cades; y allí murió María, y fué allí sepultada.
Y si hubiere hecho voto en casa de su marido, y hubiere ligado su alma con obligación de juramento,
Bien dicen las hijas de Salphaad: has de darles posesión de heredad entre los hermanos de su padre; y traspasarás la heredad de su padre á ellas.
Y Salphaad, hijo de Hepher, no tuvo hijos sino hijas: y los nombres de las hijas de Salphaad fueron Maala, y Noa, y Hogla, y Milca, y Tirsa.
Y el nombre de la hija de Aser fué Sera.
Cuando alguno hiciere voto á Jehová, ó hiciere juramento ligando su alma con obligación, no violará su palabra: hará conforme á todo lo que salió de su boca.
Y el nombre de la mujer Madianita muerta, era Cozbi, hija de Zur, príncipe de pueblos, padre de familia en Madián.
La Biblia, aunque escrita en un contexto patriarcal, sin embargo presenta un retrato matizado de las mujeres. Los versos explorados destacan sus roles multifacéticos como líderes, profetas, madres y figuras pivotales en la historia de la salvación. Desde la creación inicial de Eva hasta la aceptación valiente de María de su llamado divino, estas narrativas demuestran la fuerza, sabiduría y fe inquebrantable de las mujeres. Estudiar estos pasajes permite una comprensión más profunda del amor inclusivo de Dios y el uso intencional de las mujeres a lo largo de la historia. Somos desafiados a reflexionar sobre las normas sociales que rodean a las mujeres, tanto entonces como ahora, y a promover activamente la igualdad, el respeto y la oportunidad para todas. Que estas historias nos inspiren a reconocer y celebrar el valor inherente y el potencial de las mujeres, empoderándolas para vivir plenamente y con audacia su propósito dado por Dios.