Versículos bíblicos sobre La Soberanía de Dios
Versículos de la Biblia sobre la Soberanía de Dios
Comprender la soberanía de Dios a través de las Escrituras es un viaje al corazón de la fe. Se trata de reconocer que más allá de nuestras perspectivas limitadas, hay un arquitecto divino que orquesta todas las cosas según Su perfecta voluntad y propósito. Explorar estos versículos ofrece un consuelo profundo, recordándonos que incluso en tiempos de incertidumbre y desafío, Dios está en control. Esto cultiva una confianza más profunda, permitiéndonos entregar nuestras ansiedades y abrazar la paz que sobrepasa todo entendimiento. Descubrir la soberanía de Dios no se trata de limitar el libre albedrío, sino de liberar nuestros corazones para descansar en Su amor inquebrantable y plan.
Versículos más útiles
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EN el principio crió Dios los cielos y la tierra.
Y llamó Dios á la luz Día, y á las tinieblas llamó Noche: y fué la tarde y la mañana un día.
E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión: y fué así.
Scripture Passages
Y llamó Dios á la expansión Cielos: y fué la tarde y la mañana el día segundo.
Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fué así.
Y llamó Dios á la seca Tierra, y á la reunión de las aguas llamó Mares: y vió Dios que era bueno.
Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fué así.
E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas.
Y fué la tarde y la mañana el día cuarto.
Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie: y fué así.
Y FUERON acabados los cielos y la tierra, y todo su ornamento.
Y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese: porque aun no había Jehová Dios hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra;
ESTE es el libro de las generaciones de Adam. El día en que crió Dios al hombre, á la semejanza de Dios lo hizo;
Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré toda sustancia que hice de sobre la faz de la tierra.
Y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra: y fué así.
Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio fueron sobre la tierra.
Y tornaron los hijos de Israel á hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová esforzó á Eglón rey de Moab contra Israel, por cuanto habían hecho lo malo ante los ojos de Jehová.
Y las aguas prevalecieron mucho en extremo sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos.
Por esto fué llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.
Mas Jehová hirió á Faraón y á su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram.
Y bendíjole, y dijo: Bendito sea Abram del Dios alto, poseedor de los cielos y de la tierra;
Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey de Canaán, el cual reinó en Asor: y el capitán de su ejército se llamaba Sísara, y él habitaba en Haroseth de las Gentes.
Y ella dijo: Iré contigo; mas no será tu honra en el camino que vas; porque en mano de mujer venderá Jehová á Sísara. Y levantándose Débora fué con Barac á Cedes.
Así abatió Dios aquel día á Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel.
Porque había del todo cerrado Jehová toda matriz de la casa de Abimelech, á causa de Sara mujer de Abraham.
De los cielos pelearon: las estrellas desde sus órbitas pelearon contra Sísara.
Y á la mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado, y cortado el bosque que junto á él estaba, y sacrificado aquel segundo toro en holocausto sobre el altar edificado.
Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche: y sean por señales, y para las estaciones, y para días y años;
Y se cerraron las fuentes del abismo, y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fué detenida.
Mas Gedeón respondió: No seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os señoreará: Jehová será vuestro Señor.
Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron criados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,
Y yo, he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
Empero Dios vino á Abimelech en sueños de noche, y le dijo: He aquí muerto eres á causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido.
Y dijo Abimelech á Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho.
Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trájolas á Adam, para que viese cómo les había de llamar; y todo lo que Adam llamó á los animales vivientes, ese es su nombre.
Y fué la cabecera de su reino Babel, y Erech, y Accad, y Calneh, en la tierra de Shinar.
Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano á Jehová Dios alto, poseedor de los cielos y de la tierra,
Y partiéronse, y el terror de Dios fué sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no siguieron tras los hijos de Jacob.
Y respondió José á Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que responda paz á Faraón.
Entonces respondió José á Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo: Dios ha mostrado á Faraón lo que va á hacer.
Y aquella abundancia no se echará de ver á causa del hambre siguiente, la cual será gravísima.
Y el suceder el sueño á Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura á hacerla.
Y José era el señor de la tierra, que vendía á todo el pueblo de la tierra: y llegaron los hermanos de José, é inclináronse á él rostro por tierra.
Comprender la soberanía de Dios, como se ilumina a través de estos versículos, ofrece un consuelo profundo y una esperanza inquebrantable. Desde Génesis hasta Apocalipsis, la Biblia retrata consistentemente a Dios como la autoridad suprema, orquestando todas las cosas según Su perfecta voluntad y para Su gloria última. Reconocer esta verdad no niega la responsabilidad humana ni el libre albedrío, sino que los coloca dentro del contexto del plan general de Dios. Mientras reflexionamos sobre estas Escrituras, seamos animados a confiar en el control inquebrantable de Dios, incluso en medio de la incertidumbre y la dificultad. Que este entendimiento lleve a una entrega más profunda, mayor paz y una confianza segura en Aquel que sostiene todas las cosas. Abraza la profunda seguridad de que Dios es soberano, y vive cada día a la luz de Su reinado perfecto y con propósito.